El patrón de los migrantes desaparecidos está investigado, pero no detenido, y se ha negado a declarar

Segunda jornada de investigación en Villacarrillo y, a tenor de las circunstancias, habrá algunas más. La calle Guerrillero Uribe se convirtió en un ir y venir de agentes de la Unidad Orgánica de la Guardia Civil de Jaén y de la Unidad Central Operativa, encargada de esclarecer casos tan mediáticos en España como la desaparición y asesinato del niño Gabriel Cruz o la de la joven Diana Quer. Buscan alguna pista que dé con el paradero de Ibrahima Diouf, un jornalero que trabajaba en la recolección de la aceituna y que, de pronto, se lo tragó la tierra el 5 de enero de 2021. Está investigado su patrón, un empresario del municipio que ya fue enjuiciado por otra desaparición en 2013, la de Tidiany Coulibaly, aunque finalmente sólo fue condenado por un delito de explotación laboral.

Las pesquisas se centran en un garaje y dos viviendas de G. V. L., quien está presente desde lunes en los registros junto con su abogado, aunque las fuentes consultadas aseguran que se negó a declarar. Se extrajeron todo tipo de enseres del lugar e, incluso, hubo que recurrir a maquinaria propia de las obras para escarbar en un patio. Desde el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía confirman que es el Juzgado de Instrucción número 1 de Villacarrillo el que dirige la intervención policial.

Ibrahima Diouf desapareció cuando tenía 31 años. Es un ciudadano un senegalés de 1,88 metros de altura y unos 90 kilos de peso. Los investigadores quieren probar si su experiencia tiene que ver con la de Tidiany Coulibaly, de quien no hay pistas desde el 17 de diciembre de 2013. A la persona investigada se le relacionó con este caso, aunque finalmente el tribunal lo absolvió por falta de pruebas. De aquel proceso sí resultó una condena por atentar contra los derechos laborales de los trabajadores, por las condiciones que imponía a sus cuadrillas y por defraudar fluido eléctrico, pues se abastecía a través de un enganche ilegal. También fue condenado por presionar a una pareja para que declarase a su favor.