El Ojuelo celebra con éxito su primera Fiesta de la Matanza con sabores de antaño

La iniciativa homenajea la figura de Inocente Vizcaíno, vecino de la aldea que falleció el verano pasado

28 dic 2024 / 19:09 H.
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Hay sabores que, por mucho tiempo que transcurra, se quedan firmemente guardados en el paladar. Para muestra, un botón, hoy, en El Ojuelo. La singular aldea de Segura de la Sierra celebra su primera Fiesta de la Matanza, una iniciativa que homenajea a Inocente Vizcaíno, vecino ilustre que perdió la vida de manera repentina el pasado verano. Con una vista imponente de El Yelmo, los vecinos comenzaron desde muy temprano con la elaboración de productos procedentes del cerdo, al que se le dio muerte un día antes. La careta, la cabeza, las tripas, la carne: todo se aprovecha en este animal. El suculento resultado son el ajoatao, el ajopringue, el bodrio de chorizos o la morcilla, alimentos que siempre van acompañados de un revitalizador trago de vino o un refrescante botellín de cerveza.

La calidez de los rayos de sol invernales sopló a favor de que el ambiente, ya de por sí estupendo, fuera aún mejor. En los diferentes puntos de este mágico enclave se distribuyeron los participantes de esta tradición, cada uno con una labor asignada para que no fallara el engranaje de esta maquinaria humana. El aroma, conforme iba escalando el “Lorenzo”, invitaba a probar los exquisitos platos, que guardan un sabor inmemorial a pesar de sus históricas recetas. Casi todo se hace como antaño, a excepción de la matanza del cerdo, que por motivos de higiene ya no lleva a cabo en el interior de las viviendas. El regusto que dejó la comida comulgó a la perfección con el clima vecinal, que destacó por su fraternidad y unión.

Atraídos por esta hipnotizante sinfonía segureña de flautista de Hamelín, no era de extrañar que en El Ojuelo se personaran visitantes de distintos puntos de la provincia, e incluso se llegó a escuchar algún que otro acento internacional. Todo, por supuesto, alrededor de la figura de Inocente Vizcaíno, conocido por su trayectoria en el sector de los embutidos. En su honor, la Asociación de Vecinos de la aldea, junto con el apoyo del Ayuntamiento de Segura de la Sierra y otros colectivos, impulsaron una iniciativa que viene para quedarse. Una jornada memorable en la que los asistentes pasaron la digestión al ritmo de los villancicos de la Asociación de Coros y Danzas El Yelmo, que puso el gran colofón a una fiesta para los cinco sentidos.

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