El mercado oleícola, paralizado

El mes de noviembre comienza con una caída del 72% en las operaciones

09 nov 2021 / 11:05 H.
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Noviembre es sinónimo de aceite. Es el mes en el que el grueso de los agricultores comienzan la recolección de la aceituna, una época en la que se producen los mejores Aoves de la temporada. Este año está siendo diferente, la escasez de precipitaciones durante los últimos meses ha provocado que el fruto no haya alcanzado la maduración óptima, por lo que el sector se ha visto obligado a retrasar el inicio de la recolección unos días. Todo ello está afectando al mercado oleícola, donde la primera semana del mes de noviembre se ha cerrado con un menor volumen de operaciones, experimentando una caída del 72%, respecto a la semana anterior. Así, según los datos elaborados por el sistema Poolred, tan solo ha habido operaciones por un volumen de aceite de oliva por debajo de las 1.650 toneladas en toda España.

Y es que, esta bajada en el mercado tiene una clara justificación y es el retraso de la recolección, que provoca que los grandes industriales envasadores están tirando de sus existencias e intentan aguantar y cumplir con sus contratos con el aceite almacenado semanas atrás, a la espera de una mayor disponibilidad de aceite de oliva nuevo, ya que en la actualidad no hay apenas vírgenes extra debido a que lo que se ha producido hasta el momento es una pequeña cantidad del global de la producción. De esta manera, el zumo de oliva almacenado es, en su mayoría, virgen y lampante.

Mientras tanto, los productores se preparan para una corta campaña en cantidad y una calidad que en ocasiones se quedará por debajo de lo esperado, sobre todo en los secanos que están muy dañados por la sequía. Y es que apenas ha llovido en los últimos meses, solamente la semana pasada cayó agua pero no fue suficiente para abastecer al campo jiennense, aunque sí propició que algunos agricultores se hayan animado a comenzar la campaña ya, sobre todo en aquellos olivares de regadío donde el fruto está más maduro. Todo lo contrario ocurre en el campo de secano, en el que muchos agricultores ven cómo la producción será muy escasa y aún miran al cielo con la esperanza de nuevas precipitaciones para que la aceituna alcance su punto óptimo y las pérdidas no sean tan graves. De esta manera, en breve ya se podrán encontrar en el mercado mayores partidas de aceites virgen extra nuevos, con precios que parten en este momento de los 3,3 euros el kilo hasta los 3,7. Esta diferencia en el valor de los óleos de esta campaña viene dado principalmente por la salida al mercado de los Aove arbequinos procedentes de cultivos superintensivos, que con un menor coste de recolección pueden hacer mejores ofertas de sus aceites.

Por el contrario, la escasez de aceites nuevos de las variedades picual y hojiblanca está provocando que la oferta de precios se mueva en la horquilla de los 3,6 y 3,700 euros el kilo, dado que este año la calidad organoléptica y físico-química es excelente. Respecto a los aceites lampantes, principalmente de la pasada campaña, sus precios se mueven en los 2,8 y los vírgenes viejos se operan en el entorno de los tres euros, en función de sus características.

CALIDAD

En este sentido, en la búsqueda de cuál es el mejor momento para la recolección de la aceituna, el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (Ifapa) ha publicado un trabajo en el que realiza una revisión de los criterios más usados para la determinación del momento óptimo de recolección en el olivo con el objetivo de establecer los periodos más indicados para centrar el grueso de la recogida. El estudio concluye que medir secuencialmente el rendimiento graso en fruto seco es el criterio más conveniente para determinar el momento óptimo de recolección y que la curva de acumulación de aceite permite determinar cuándo se alcanza la máxima cantidad en el fruto, indicando el momento óptimo para la recolección.

Según este estudio, el índice de madurez no es recomendable como criterio para determinar el momento óptimo de recolección por su inconsistencia entre años, municipios y variedades. Además, a mitad de noviembre se ha comprobado que la mayoría de las variedades en diferentes zonas y años han alcanzado su máximo acumulación de aceite en fruto y por tanto el valor del rendimiento graso en seco no va a aumentar mucho desde dicha fecha, en la mayoría de los casos. Así, en estos momentos puede ser una referencia a considerar en los seguimientos que se vayan efectuando. Asimismo, señala que cada vez más es recomendable la recolección temprana, siempre y cuando se haya alcanzado casi la totalidad de aceite producido en fruto, debido a que se tendrá un contenido mayor en fenoles, evitando heladas y otros riesgos ambientales.




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