El lince se consolida, pero aún es una especie “vulnerable”

La dispersión de ejemplares de Jaén da sus frutos en tierras granadinas

04 dic 2024 / 06:00 H.
Ver comentarios

Amediados de año saltaba una noticia histórica para la conservación del lince ibérico: el animal pasaba de ser considerado “especie en extinción” a “vulnerable”, según Lista Roja de la IUCN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). Una noticia que los profesionales en medio ambiente recibieron con cautela, pero que es el resultado de los procesos de reintroducción que se han llevado a cabo durante los últimos años. Jaén, como una de las cunas de la especie, es uno de los territorios claves para su dispersión, algo que se ejemplifica en el último nacimiento de linces ibéricos en Sierra Arana (Granada).

La Junta de Andalucía anunció hace unas semanas la llegada de dos cachorros “Lynx pardinus”, que proceden de ejemplares de la provincia jiennense. Esto se consigue gracias a lo que los expertos llaman estructuras de metapoblaciones. “Significa que se tienen varias poblaciones pequeñas que están conectadas genéticamente entre ellas. Lo anterior permite que los individuos puedan moverse y cruzarse con los de las otras poblaciones”, explica a Diario JAÉN Edu Gómez, Doctor en Biología y presidente de la asociación ubetense Ámalo.

En el caso de Jaén, el lince ibérico quedó reducido a la Sierra de Andújar, y gracias a las sueltas se extendió hacia la comarca de El Condado, hasta llegar a Sierra Mágina. “La idea del proyecto es que los linces jóvenes de Sierra Arana puedan conectarse, por ejemplo, con los de otras zonas de la provincia, o con otras poblaciones establecidas en puntos como Almería o Murcia”, remarca. Por lo tanto, la llegada de estos cachorros a tierras granadinas también contribuye a la fijación de la especie en el Santo Reino, gracias a los procesos de dispersión.

A pesar de que el número de individuos crece con el paso del tiempo, los expertos en la materia no ocultan su preocupación por la situación de la especie. “Aunque estrictamente no se encuentre en la categoría de peligro de extinción, no hay que quitar el ojo a las amenazas que le llevaron al declive, como los atropellos”, manifiesta Gómez. Un riesgo que puede provocar un paso atrás en una lucha de décadas.

Provincia