El juzgado duda que lanzar la pava de Cazalilla sea un delito
Su señoría concluye que el “animal no sufre daño alguno” al cumplir la tradición
“Cada persona, en el debate social abierto, debe sacar sus conclusiones. Pero lo cierto es que, viendo los expedientes, este juzgador entiende que no cabe sino dar la razón a estos últimos: el animal no sufre daño alguno”. Es la última de las reflexiones que, a modo de cierre, incluye un auto redactado por Miguel Sánchez Gasca, al frente del Juzgado de Instrucción número 3 de Jaén, sobre la costumbre cazalillera de lanzar una pava desde el campanario de la parroquia cada día de San Blas, es decir, mañana. A su señoría, el pasado 26 de enero, el Partido Animalista, Pacma, le solicitó la adopción de medidas cautelares para impedir que se cumpla con la tradición. En un dictamen que seguro que dará mucho de que hablar, y que Pacma estudia recurrir, el juez argumenta su postura con profusión, consciente del gran interés que genera su esperado escrito.
Sánchez Gasca solicitó informes del Ayuntamiento cazalillero, la Fiscalía y la Junta; además, le dio traslado de la apertura de diligencias previas al Obispado, como propietario del campanario desde el que se arroja el ave. En los expedientes sancionadores de 2012, 2013 y 2014 sobre este festejo está la clave de la postura del magistrado. En ninguna de las denuncias interpuestas por la Guardia Civil en ese trienio queda acreditado que la gallinácea padeciera. Por ejemplo, en el expediente de 2013, que el auto reproduce en parte, reza así: “Arrojándola (la pava) al público finalmente por la ventana central del reloj, aleteando cae en la multitud siendo recogida por un vecino de la localidad de Fuerte del Rey antes de que cayera al suelo, no sufriendo ningún tipo de daño”. El atestado de la Benemérita del año anterior deja claro que el ave resulta ilesa, aunque sí se denuncia al que la tiró.
El juez hace alusión a la reacción de la Administración andaluza al recibir el parte del Instituto Armado, ya que opta por resolver que esta costumbre cazalillera puede ser considerada como una “infracción muy grave” del artículo 38 de la Ley 11/2003 de 24 de noviembre. En este punto, la norma castiga el uso de animales en fiestas o espectáculos en los que estos puedan ser objeto de daños, sufrimientos, tratamientos antinaturales, malos tratos o en los que se pueda herir la sensibilidad del espectador. El juez recuerda que no hay resolución alguna de las que dan lugar a la multa de 2001 que se impone por lanzar la pava, que exprese “el porqué” ni que cuente con “motivación específica”. Sobre esta base, el juez se va al Código Penal actual, en el que se basan los animalistas para dejar claro que se trata de un delito, para desmontar esta estrategia. “Difícilmente se puede hablar de la comisión de delito de maltrato animal por el mero acto de lanzamiento de la pava, pues al animal no se le causa daño”, sostiene el titular del Juzgado número 3 de Jaén. Sobre si esta conducta implica crueldad, Sánchez Gasca tira de la documentación estudiada para determinar que, al menos de 2012 a 2014, no hubo daño.
El juez precisa que sí habría delito si la pava sufriera algún daño para evitar su vuelo o muriera a consecuencia de golpes al estar en la plaza del pueblo. Al no observar estas actitudes en años anteriores, no aprecia un pronóstico de riesgo. En caso de que se arrojara el ave, Sánchez Gasca entiende que no comete delito quién la tire, sino quién le causara dolor o la muerte. En el auto se advierte que al juzgado de instrucción no le corresponde impedir “un acto festivo popular”, al haber serias dudas de que constituya un delito.
Manuel Serrano, de Pacma, al que no le extraña esta decisión judicial, recuerda que el animal sufre por el estrés al que es sometido y recuerda que, en cualquier caso, el hecho de emplearlo en un festejo constituye una vulneración de la normativa vigente en la comunidad. El hecho de que el lanzamiento de la pava supone una flagrante infracción administrativa es la base que lleva a la Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (Anpba) a denunciar los hechos desde 2004. De hecho, el colectivo saca a colación un informe de la Consejería de Agricultura y Pesca que establece que someter a un animal de renta, la pava, a un lanzamiento desde un campanario “provoca sufrimientos y daños injustificados y antinaturales”. Se da la circunstancia de que el delegado del área de la Junta tendrá que expedientar al que lance el ave, si al final esto ocurre, el que fuera alcalde cazalillero durante 20 años, Juan Balbín.

“este pueblo maltrata animales”, “Stop maltrato” y el “¡El Obispado está implicado!” son algunos de los mensajes aparecidos, en forma de pintadas, en las calles de Cazalilla, en el entorno del Parque del Pilar del Bombo. Los vecinos tienen claro que los autores son “animalistas” que hacen acto de presencia, en las vísperas del día grande de las fiestas patronales, para caldear los ánimos. El lanzamiento de la pava por San Blas no se escapará este año tampoco de la polémica.
El alcalde cazalillero, el socialista Manuel Jesús Raya Clemente, deja claro que el auto del Juzgado de Instrucción número 3, que razona que no es un delito lanzar la pava, alivia a sus convecinos. Aún así, deja claro que la ley andaluza es tajante al afirmar que no se pueden emplear animales en festejos populares, por lo que pide a sus paisanos que no piensen que la decisión de su señoría les da alas para tirar el ave desde el campanario. “Como alcalde es doloroso, aunque tengo que dejar claro que esta tradición incumple la norma”, argumenta. De ahí que insista en que el Ayuntamiento nada tiene que ver con la celebración y haga hincapié en que el mensaje que ha transmitido a los habitantes de Cazalilla es que no pueden incumplir la legislación vigente. El regidor aclara que solicitará la mayor presencia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, ante el convencimiento de que habrá tensión si alguien acude a tratar de protestar contra esta costumbre.