El juicio por el asesinato en Mancha Real será en febrero

Piden 27 años de cárcel para el acusado de matar a su hermana

16 oct 2021 / 19:44 H.
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Lucas P. R., el hombre de 52 años que degolló a su hermana, Manuela, de 53, en Mancha Real el 25 de septiembre de 2020, se sentará en el banquillo como presunto autor de un delito de asesinato, entre otros, el próximo 7 de febrero. Es la fecha fijada por la sección tercera de la Audiencia Provincial de Jaén para que dé comienzo el proceso judicial con jurado popular que tendrá lugar durante ese día y los cuatro siguientes, esto es, hasta el 11 de febrero.

Según el auto de apertura de juicio oral emitido en mayo, la Fiscalía solicita para el acusado 27 años de prisión repartidos en varios delitos: 20 años por un delito de asesinato con la concurrencia de alevosía y ensañamiento, un año por quebrantar una orden de alejamiento hacia la víctima, dos años por cada uno de los dos delitos de amenazas no condicionales atribuidos y otros dos años por un delito de atentado contra la autoridad. Como acusaciones particulares están personadas, por un lado, la madre y las dos hermanas del acusado y la fallecida, representadas por el letrado Francisco Manuel del Águila Ayllón, y por otro, el viudo y las tres hijas, a quienes representa la abogada Inmaculada Minerva Buendía Colmenero. Ambas acusaciones piden 32 años de cárcel para Lucas P. R. por los mismos delitos.

El Ministerio Público señala que el acusado y sus hermanas mantenían una relación “conflictiva” que se agravó en el verano de 2019, después de una fuerte discusión. Al parecer, las mujeres impidieron a su sobrino, hijo de Lucas P. R., que usara el trastero de su abuela al sospechar que lo empleaba para consumir y trapichear con marihuana. Es entonces, de acuerdo a la misma versión, cuando las tres hermanas, pero en especial Manuela, que era la única que residía en la propia Mancha Real, como el acusado y su madre, empezaron a recibir amenazas de muerte por parte de Lucas P. R.

En febrero de 2020, tras varias denuncias, el Juzgado de Instrucción número 1 de Jaén prohibió al acusado, de forma cautelar, acercarse a menos de 50 metros a Manuela, a su domicilio y a su lugar de trabajo. La víctima denunció posteriormente y en diversas ocasiones que su hermano había quebrantado la orden de alejamiento y que las amenazas no cesaban. Precisamente tras declarar Lucas P. R. en el Juzgado de Instrucción número 3 de Jaén por un delito de quebrantamiento de medidas cautelares, fue cuando se cometió el presunto asesinato.

Aquel 25 de septiembre de 2020, según la versión del Ministerio Público, el acusado se presentó en la casa de su madre entre insultos y con actitud agresiva. Después, sobre las 17:40 horas, estacionó su Land Rover a menos de 36 metros del domicilio de Manuela, pero oculto tras una esquina. Cuando vio a su hermana salir de su casa, la abordó por la espalda portando un serrucho de 44 centímetros y, “con clara intención de causarle la muerte”, la tiró al suelo, la inmovilizó, le agarró por el pelo con la mano izquierda y, con la derecha, le serró el cuello “en reiteradas ocasiones como si estuviera cortando una rama” hasta “casi decapitarla” y acabar con su vida.

Minutos después, Lucas P. R. se personó en el Cuartel de la Guardia Civil. “Tranquilos, tranquilos, que vengo a entregarme, he sido yo. ¿La he matado? ¿Está muerta o no?”, expresó, según la Fiscalía. Cuando los agentes procedieron a su detención, el acusado reaccionó de forma agresiva y causó varias lesiones a los guardias civiles. Tres días más tarde se decretó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza.

“Con esta navaja tengo que matar a tres ratas para terminar el trabajo”

El relato de la Fiscalía y las acusaciones particulares habla de un acoso constante de Lucas P. R. hacia su hermana Manuela, quien, según la versión del Ministerio Público, “relataba sentirse muy atemorizada al haberle dicho, según ella y al parecer, el acusado en numerosas ocasiones que la tenía que rajar o cortar el cuello haciéndole gestos de pincharla con un cuchillo y rajarla de arriba a abajo”. De acuerdo a la misma versión, Lucas P. R. se paseaba con su Land Rover por las inmediaciones del domicilio de Manuela a pesar de tener una orden de alejamiento hacia ella. También se señala que el acusado llegó a exhibir en público una navaja diciendo: “Con esta tenía que matar tres ratas. Cuando salga —refiriéndose a la cárcel— tengo que terminar el trabajo”.

Aunque la defensa sostiene que Lucas P. R. actuó bajo intoxicación y trastorno mental transitorio cuando causó la muerte a su hermana, el Ministerio Fiscal, por el contrario, considera que “tenía sus facultades para comprender sus actos y la voluntad para decidir intactas en el momento de producirse los hechos”. Por otro lado, también resalta que no consta que tuviera patología alguna “que conllevara alteración y/o afectación de sus facultades psicobiológicas intelectiva y volitiva”.

“Con esta navaja tengo que matar a tres ratas para terminar el trabajo”

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