“El esfuerzo ha valido la pena”

Operarios quitanieves de la provincia apoyaron el dispositivo andaluz en Madrid

21 ene 2021 / 12:03 H.
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Como si de un sueño dentro de otro sueño se tratase, Madrid afronta, desde que hace dos semanas la borrasca Filomena decidiera cebarse con la capital de España y la cubriera de un espeso manto de nieve, una realidad atípica dentro de otra que no por más asumida deja de alterar el orden común de las cosas: la de la crisis del coronavirus. La histórica nevada en territorio capitalino, para la que nadie se había preparado a pesar de los avisos, dejó prácticamente en coma una ciudad ya renqueante tras los golpes que le había asestado con anterioridad la pandemia, y los medios desplegados por la Comunidad y el Ayuntamiento para despejar las carreteras cortadas y las calles enterradas por la nieve se quedaron cortos. Lejos de aquel caos, dos trabajadores del Centro de Conservación de Carreteras de Jamilena, Francisco Velasco, de Valenzuela (Córdoba), y Juan José del Moral, de Valdepeñas, recibieron una llamada de sus superiores el 9 de enero, sábado, por la noche: tenían que subir a Madrid con su quitanieves para echar una mano a los compañeros de la capital. “Y para allá que fuimos”, expresa a este periódico Velasco. No fueron los únicos: cuatro operarios de la provincia más y otros de Almería, Granada y Málaga —11 equipos en total— partieron hacia la capital española como parte del dispositivo de emergencia de la Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía en la Comunidad de Madrid.

Velasco y Del Moral ya sabían lo que era enfrentarse a la nieve. Sin ir más lejos, habían formado parte del dispositivo desplegado por el Gobierno andaluz para paliar las consecuencias del temporal en la Sierra Sur. Sin embargo, para nada esperaban el panorama que se encontraron al llegar a Madrid la madrugada del 10 de enero. “Aquello era desolador. Había 50 centímetros de nieve por todos lados, no veías nada salvo un manto blanco, árboles rotos sobre coches... parecía una película de terror”, explica el operario cordobés.

Día y noche, con su quitanieves recorrieron barrios como Hortaleza, Conde de Orgaz, Valdebebas y Barajas para tratar de despejar de nieve las principales arterias capitalinas antes de meterse en faena en otras calles menos concurridas. “El vehículo ha estado funcionando sin parar las 24 horas del día. Nos fuimos relevando. Mientras uno trabajaba, el otro descansaba 3 o 4 horas, y otra vez a la tarea”, cuenta Velasco. No fue fácil el trabajo. Ambos trabajadores soportaron temperaturas de hasta 10 grados bajo cero, lo cual propició que la nieve se congelara y formara grandes placas de hielo que ponían en riesgo la seguridad de los vecinos. No obstante, precisamente el aliento de la ciudadanía era su mayor recompensa: “La gente nos aplaudía. Sólo por eso el esfuerzo ha valido la pena”, asegura el trabajador natural de Valenzuela. Entre Del Moral y él retiraron nieve de más de 2.000 kilómetros de asfalto y echaron 150.000 kilos de sal hasta su regreso a la provincia de Jaén este domingo. La Junta de Andalucía indica que los 11 equipos desplazados a la capital de España emplearon 7.392 toneladas de sal durante los mismos siete días. Esta ayuda se sumó a la de Bujarkay, la compañía jiennense cuyos profesionales trasladaron en sus ambulancias todoterreno a pacientes y sanitarios de un hospital de Majadahonda durante la semana pasada. El dispositivo post-temporal sigue vigente en Madrid, ya declarada zona catastrófica, pero el apoyo de los equipos andaluces ha sido fundamental para devolver la vida al día a día de la capital.

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