El enésimo percance en la N-322

Vecinos de Villacarrillo y otros municipios están cansados de que las obras se eternicen

15 mar 2020 / 12:33 H.
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La autovía A-32 pronto será una realidad en toda La Loma y llegará a la comarca de Las Villas, pero ese es el problema para muchos vecinos, empresarios, autónomos, aparte de políticos locales. A raíz de los accidentes de tráfico, como el ocurrido esta semana, y las molestias a los automovilistas vinculadas con los desperfectos —como los que existen en la travesía de Villacarrillo—, reclaman la activación de la obra desde Villanueva del Arzobispo hasta Albacete. Se han cumplido ya veinticuatro años desde que se inauguró el primer tramo. Fue para unir la A-44 en Bailén con Linares. Ahí empezó un largo camino que solo ha visto abrir tres tramos hasta Torreperogil, que suma 48,5 kilómetros que llegan hasta el corazón de la Loma. Desde ahí en obras hay dos sectores, el que llega a Villacarrillo y el que termina pasada Villanueva en dirección al Levante. Todo un logro que sabe a fracaso con mucho enfado de todos, porque para la portavoz de la plataforma por la A-32, Maribel Rescalvo, sin que se termine la autovía, esto ha servido de poco.

Tiene claro que esta zona depende de mejores comunicaciones y pone el ejemplo de Torreperogil, hasta donde si llega ya el desdoble de lo que ahora es la N-322, que ha repercutido en que dos grandes empresas estén en proceso de instalarse en su polígono industrial. Toda una dosis de moral para los habitantes del pueblo y que se mira con envidia desde otras zonas que siguen a la espera.

Pero además se suma algo más, la peligrosidad de circular por una nacional que tiene un deficiente mantenimiento desde hace años, convirtiéndola en una vía muy peligrosa, a lo que se suma los trabajos de construcción de los dos tramos hasta Villanueva, donde la maquinaria pesada invade a menudo la calzada con cortes en la circulación y con cada vez más desvíos del trazado original.

Eso ocasiona numerosos percances a los usuarios. El último conocido ocurrió el pasado viernes, en término de Toreperogil, originado cuando un turismo no se detuvo ante el operario que le dio el alto por un paso de camiones y chocó con un dúmper extravial, comúnmente conocido como “lagarto”, que en el momento del percance cruzaba la calzada. El coche circulaba en sentido Villacarrillo y no pudo evitar el impacto. El conductor, de unos cincuenta años, quedó atrapado, según el servicio 112. Se avisó a la Guardia Civil y la Policía Local de Villacarrillo y Torreperogil, personal de mantenimiento y servicios médicos. Los Bomberos tuvieron que proceder a la excarcelación del herido, que fue trasladado con una pierna fracturada hasta el hospital de Úbeda.

Muchos son los que se quejan de las situaciones de riesgo que se están viviendo a diario y en el caso del estado de la N-322, se piden soluciones mientras se terminan los trabajos actuales. Hay tramos en los que no se actúa con contundencia, que incluso no se anularán por la futura autovía, como es el caso de la travesía de Villacarrillo, ahora con una gran intensidad de tráfico, en la que se producen muchos accidentes y que presenta un estado del firme muy deteriorado. Tiene hundimientos, deformaciones, baches e incluso el asfalto muy agrietado, en algunos casos en curvas. Estos últimos meses se han realizado algunas tareas de bacheo pero en sitios muy puntuales que no solucionan el problema del estado de la carretera. Este invierno se vivió una situación de verdadero peligro por los socavones en la zona de Villanueva del Arzobispo.

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