El cura a una de las hijas del fallecido en Torres: “Pido disculpas. Se me olvidó y me disculparé públicamente en el funeral de papá Lucas”

Juan Carlos García Serrano, el párroco que no compareció al entierro el pasado día 19, envió un mensaje de voz por wasap en el que insiste que fue un olvido

27 oct 2022 / 11:44 H.
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Juan Carlos García Serrano, el sacerdote que no compareció el pasado 19 de octubre, en Torres, al entierro de un vecino del municipio, Lucas Cózar Sarabia, de 91 años, envió un mensaje de voz por wasap a una de las hijas del fallecido: “Pido disculpas, te lo digo por adelantado. Se me olvidó, no te puedo decir otra cosa, cuando yo soy una persona muy puntual. Me gustaría hablar contigo y me disculparé públicamente en el funeral de papá Lucas. Estaba en Albanchez de Mágina, que empezamos con la obra del tejado. Entiendo que estés enfadada y dolida, pero me gustaría quedar contigo. Nunca me había pasado esto, me sé mi agenda de memoria hasta diciembre, la primera vez en mi vida que me pasa, es una cosa que de corazón te lo pido, lo diré públicamente en el funeral de tu papá. Lo siento de corazón”, dice en el mensaje. Los hechos courrieron el 19 de octubre, en uno de los momentos más complicados para una familia como es la muerte de un padre, en la parroquia Santo Domingo Guzmán de Torres. Lucas Cózar Sarabia murió, con 91 años, el día anterior y la empresa funeraria concertó el entierro al día siguiente, a las cinco de la tarde. Sin embargo, el párroco, Juan Carlos García Serrano, no se presentó. Los allí presentes tuvieron que mover cielo y tierra para conseguir un sacerdote y, después de más de una hora de ajetreo, la misa fúnebre se pudo celebrar gracias a la buena voluntad del cura de Mancha Real, Mariano Cabeza Peralta.

María Cózar Tello es una de los cuatro hijos del vecino fallecido. Está “indignada” con lo sucedido. “Cuando llegamos allí, la verdad es que esperábamos que el sacerdote nos recibiera en la puerta de la iglesia, pero viendo que no estaba nos metimos dentro. Esperamos cinco minutos, luego diez y, al ver que no aparecía, entramos en la Sacristía”, relata. Asegura que el sacristán estaba en un estado de nerviosismo “impresionante” y que intentó localizar a Juan Carlos García por todos los medios. “No contestaba al teléfono móvil”, asegura la hija del finado. Mientras tanto, familiares y vecinos esperaban en el interior del templo con el féretro delante del altar. “Llegó un tío mío desde Jaén, con 96 años y recién operado, y esa escena de verlo llorando allí no la podremos olvidar nunca”, rememora María Cózar. Fueron momentos de incertidumbre que, al final, solucionaron a través de una monja que conoce al párroco de Mancha Real, Mariano Cabeza. “Lo llamaron y en diez minutos se presentó en la iglesia de Torres”, asegura el testimonio. El resultado fue que el entierro empezó una hora y cuarto después. No habían recibido un día después, el 20, según María Cózar, ninguan disculpa, aunque luego llegaron los citados mensajes de voz al wasap de una de sus hermanas. la familai puso posteriormente una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil del municipio, y también los hechos en conocimiento del Obispado. “Nos atendieron muy bien, pero lo único que nos dijeron es que iban a abrir una investigación para ver lo ocurrido, pero después nadie se ha puesto en contacto con nosotros”, relata María Cózar. El Obispado segura que el sacerdote está realmente preocupado, admite su error y asegura que fue “un olvido”. Pide disculpas y, además, lo hará públicamente en el momento oportuno.

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