El cartero ya no llamará dos veces

Correos suprime este servicio en las pedanías de Campillo del Río y Guadalimar

27 oct 2024 / 16:41 H.
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Dos pedanías jiennenses se quedarán sin cartero a partir del próximo viernes, Día de Todos los Santos. Una es Campillo del Río y la otra es Guadalimar, ambas enclavadas en la comarca de Loma. Los núcleos, a pesar de pertenecer a diferentes municipios, comparten el código postal 23519. El cartero, que lleva ejerciendo esta profesión desde hace catorce años tanto en la pedanía de Torreblascopedro como en la de Lupión, ya no prestará este servicio en el mes de noviembre por decisión de Correos, que lo traslada a Torreblascopedro, donde también desempeña esta ocupación en el barrio de Santa Cruz. Esto ha generado un malestar morrocotudo entre los vecinos, que no entienden cómo la entidad pública de servicios postales suprime un servicio elemental para ambas poblaciones.

Así lo denuncia Ramón Castellanos —nombre ficticio—, un vecino de Campillo del Río, que subraya la importancia que tiene el cartero en la zona, entregando cartas, paquetes y certificados de manera urgente, así como citas de hospital que los vecinos esperan desde hace mucho tiempo, especialmente el segmento poblacional más envejecido. “No nos han comunicado si va a haber un reemplazo. Todo apunta a que no, lo que supone que nos tendremos que trasladar a Torreblascopedro para recoger el correo postal”, expresa Castellanos.

La eliminación de este servicio afecta, en el conjunto de ambas poblaciones, a unos 800 habitantes. El vecino remarca que los desplazamientos al municipio torreño tendrán mayor complejidad entre las personas mayores, pues les separa una distancia de ocho kilómetros y la mayoría de las personas con edad más avanzaba no dispone de vehículo. “La oficina de Correos en Torreblascopedro solamente abre dos horas al día, de 8:00 a 10:00 horas, lo que resulta todo aún más complicado. En caso de que los vecinos, por la circunstancia que sea, no podamos ir en esta franja horaria tendríamos que desplazarnos a Linares, porque la oficina depende de Linares. La correspondencia es de gran importancia para las personas mayores, pero parece que a Correos poco le importa”, resalta Castellanos, que agrega: “Lo que quieren ambos núcleos es que Correos mantenga este cartero. Es una persona de confianza que conoce a la perfección ambos pueblos. Recita de memoria nombres de familias enteras y todas las calles de ambos núcleos. Hasta, incluso, sabe cuáles son las viviendas que tienen bien o mal puesto el número. Es un hombre que realiza un trabajo intachable. Nadie, absolutamente nadie del pueblo, ha tenido una queja de él en catorce años”. Esta zona, al igual que otros entornos rurales del territorio provincial, sufre el fenómeno demográfico de la despoblación. Los vecinos critican que las administraciones públicas continuamente se pronuncian sobre esta problemática, pero a la hora de la verdad no implementan medidas para paliar el problema. En este sentido, Castellanos recurre al refranero español para explicar la situación que vive Campillo del Río: “Entre todos lo mataron y él solo se murió. A los políticos se les llena la boca con la España vaciada. Pero luego recortan, recortan y recortan. Es normal que la gente se marche de los pequeños núcleos. Entre unos y otros, los están dejando sin servicios fundamentales”.

Un hombre que es parte de ambos pueblos

Los vecinos de Campillo del Río y de Guadalimar valoran la profesionalidad y la amabilidad con la que el cartero desempeña su trabajo. Tras catorce años, los residentes consideran a este hombre parte de ambos pueblos. “Es como si fuera de la familia. No hay derecho a que nos supriman este servicio”, enfatiza Ramón Castellanos, que apela a que Correos reflexione y rectifique este movimiento.

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