El campo como despensa

Es una suerte vivir en el campo y tener el campo como despensa, todo sabe mejor, todo está más rico y la vida es mucho más placentera sin los agobios de la ciudad y el asfalto, la agenda triturada permanentemente con los horarios del trabajo y las tareas extras de los niños por las tardes. Con todo, una parte importante de la ciudadanía prefiere vivir agolpado en pisos y adosados en vez de con vistas al aire puro, sin contaminación lumínica.

Este reportaje, fraguado en dos semanas y que se ha hecho esperar porque las lluvias no llegaban, es un cántico a la belleza de nuestras sierras a la par que un brindis por la gastronomía popular de subsistencia, aquella que fraguaron nuestros padres y nuestros abuelos y que tenía a sus alrededores, en el monte y la quebrada más cercana de donde vivían, su despensa particular. Hoy les ofrecemos un recorrido por tres comarcas de la provincia en una búsqueda natural. Un videorreportaje que abrirá el apetito.

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