El camino hacia la hermandad

Los rocieros de Jamilena anhelan conseguir el reconocimiento del Obispado

29 ene 2016 / 10:38 H.

El día 1 de mayo está, como aquel que dice, a la vuelta de la esquina. Pero cuando se espera con esperanza e impaciencia parece que el tiempo pasa más despacio. Así se deben sentir los 220 miembros de la pro-hermandad de El Rocío de Jamilena, que tiene la mirada puesta en el mes de las flores, que es cuando el obispo, Ramón del Hoyo, tomará la decisión de si la nombran hermandad de la Diócesis de Jaén. Es el paso previo e importante para convertirse en filial de la Virgen onubense, el gran sueño de esta congregación de fieles que, desde hace años, se esfuerza al máximo par alcanzar tan anhelada meta.

El presidente del colectivo rociero de Jamilena, Javier Guerrero, relata que el “camino” comenzó allá por el año 2003. Un grupo de unos 30 amigos fueron a la romería, pero en casas separadas. Estuvieron de visitas continuas de una a otra, lo que motivó que, al año siguiente, decidiesen juntarse. Fue en 2004 cuando, durante la presentación ante la Blanca Paloma, pensaron que el pueblo de Jamilena tenía que hacerse sentir en El Rocío como asociación rociera. “En cuanto llegamos, se lo expusimos al por entonces párroco, Antonio Pozo”, relata Guerrero. Así se puso en marcha el grupo parroquial, en 2005.

“El primer paso que dimos fue adquirir una pequeña imagen de terracota, comprada en la Aldea, y fue el hermano Julio Ángel Checa Garrido quien pintó y vistió la imagen como reina, para rendirle culto en la parroquia de la Natividad”, relata. A partir de ahí, su andadura se fundamenta en tres pilares, fundamentales, que son los cultos, la formación y la caridad. El cura, todos los meses, oficiaba una sabatina en honor a María Santísima del Rocío. Por otro lado, debido al deterioro de la imagen, se decidió realizar un “simpecado”, que fue aprobado por el Obispado y que está en la parroquia expuesto al culto. Además, disponen de una Salve propia, regalo que les hizo Eduardo Montes, cámara de Canal Sur y pregonero del año pasado. “Hoy en día solamente tienen muy pocas”, confiesa.

Transcurrieron los meses y llegó la romería 2006, cuando hicieron su presentación oficial, un acto que fue “indescriptible”. Lo hicieron de la mano de su madrina, la de Córdoba. Y a lo largo de los últimos siete años, han seguido el camino, guiados por el nuevo párroco, Antonio Montijano Pérez. Su madurez como grupo parroquial permitió que fuera nombrada pro-hermandad en mayo del año pasado. “Nuestro párroco, después de ver la madurez adquirida y constatar el número de hermanos que actualmente tenemos, ha considerado presentar al obispo la creación de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Jamilena en la Diócesis”, explica, emocionado, el presidente. De hecho, la previsión es que el 1 de mayo, Ramón del Hoyo haga pública su decisión. Si logran el tan esperado nombramiento, pasarían a formar parte de las no filiales de la Matriz de Almonte. Esta será la que tenga la última palabra para nombrarla filial, lo que supondrá el final, y el inicio a su vez, del camino.