Devoción en las calles de Noalejo por la Virgen del Rosario
Decenas de fieles se concentran en torno a la parroquia con el fin de celebrar la Candelaria

Si hay algo de lo que pueden presumir los pueblos es de los lazos de hermandad que se crean entre los vecinos, y un buen ejemplo de ello es lo que se vivió en la jornada de ayer en Noalejo. En torno a las 19:00 horas, las puertas de la Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora se abrían para dejar paso a las andas de la imagen de la Virgen del Rosario, escoltada por una comitiva de decenas de devotos que iluminaban el recorrido con velas. Con paso solemne y sin acompañamiento musical, fueron los propios fieles quienes, con su voz, entonaron algunas tonadas figura mariana.
Tras procesionar por las calles aledañas a la iglesia, la imagen mariana regresó a su parroquia con el propósito de continuar con la eucaristía. El párroco prosiguió con la misa mientras recordó a todos los presentes en un sermón muy emotivo la importancia de la comunidad y la valía de atender las necesidades del prójimo. Después de la comunión, como marca la tradición, procedió a la bendición de los jóvenes noalejeños que fueron bautizados el pasado año y a sus respectivas madres. Para ello, el cura tomó en brazos a los bebés y los alzó uno a uno ante la Virgen del Rosario. De igual manera, las guitarras, los cascabeles y las voces de un coro fueron los encargados de aportar un toque musical a la ceremonia.
Una vez terminada la celebración de la misa, se procedió al encendido de la tradicional lumbre, situada justo en la puerta del templo, donde los asistentes se refugiaron de las bajas temperaturas propias del invierno en la sierra y degustaron algunos platos de embutidos y demás productos cárnicos típicos de la zona, acompañados por bebidas tales como refrescos, cerveza o vino, ofrecidos por varias asociaciones y el propio Ayuntamiento. Aquí radica la tradición, pues, hace años, eran los padres de los pequeños quienes, en un ambiente repleto de jolgorio, convidaban a sus vecinos para celebrar el nacimiento de sus hijos.
Y es que no hay que olvidar que la festividad de la Candelaria se celebra en recuerdo al pasaje bíblico de la Presentación del Niño Jesús en el Templo de Jerusalén y la purificación de la Virgen María después del parto. El nombre que adquirió esta fiesta se debe al hecho de que, con motivo de esta celebración, se bendicen velas, que luego se distribuyen a los fieles, pues, en la religión cristiana, el cirio representa la luz de Jesucristo que derrota la oscuridad, protege a todos sus fieles de todos los males y de los pecados.
Sin lugar a dudas, fue un día inolvidable en este municipio de la comarca de Sierra Mágina, en el que, como cada año, los vecinos demostraron su sentimiento de unidad en torno a la imagen de la Virgen del Rosario y disfrutaron de la convivencia propia de los noalejeños, que se erige como el verdadero motor del municipio.