Descubierta una necrópolis islámica en Navas de San Juan
Los restos excavados concluyen en siete tumbas de entre los siglos VIII y X

Los habitantes de Navas de San Juan se encuentran ante una nueva página de su historia; el descubrimiento de una necrópolis andalusí en su núcleo urbano abre un nuevo abanico de posibles escenarios sobre el pasado del municipio en la Edad Media tardorromana-protoislámica. El hallazgo se produjo en el pasado mes de mayo durante la instalación de los colectores de la nueva estación depuradora de aguas residuales (EDAR), que se halla en construcción en las afueras del pueblo, concretamente en el Camino del “Vergao”, promovida por la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía. Dichas obras, que comenzaron el pasado año desde la localización de la planta, atravesaron gran parte del callejero urbano, y con carácter preventivo tal y como reza el protocolo, la Consejería de Cultura estableció un control arqueológico de movimientos de tierras ante el potencial histórico de la comarca del Condado y la proximidad de las obras al casco histórico de Navas de San Juan.
El seguimiento arqueológico resultó negativo en la mayoría del trazado de los colectores de la obra, pero en la calle Úbeda —una de las vías de acceso actuales a la zona donde se ubicaba el castillo— se activó el protocolo de protección del patrimonio histórico tras la aparición de indicios de una tumba durante la excavación mecánica de la zanja. Fue entonces cuando el arqueólogo encargado de la vigilancia a lo largo de toda la obra, Manuel Serrano Araque, recabó las pruebas suficientes y comunicó al inspector de la Consejería de Cultura el posible riesgo de destrucción o alteración de eventuales contextos funerarios de época medieval, que formarían parte del patrimonio arqueológico de Navas de San Juan. Fue entonces cuando Serrano presentó un proyecto de excavación con metodología arqueológica y unos objetivos de investigación muy definidos. Entre dichos objetivos estaba la confirmación o no de la existencia de una necrópolis y la adscripción histórica y cultural de los enterramientos que la componen.
La zona de la necrópolis funeraria está situada en una ladera al suroeste del emplazamiento del antiguo castillo de Navas de San Juan, que se encontraba históricamente dentro de la manzana delimitada por las actuales calle Llano, calle Altozano, calle Doctor Marañón y calle Tercia, antes de su casi total desaparición a principios del pasado siglo. Durante los últimos dos meses se excavó una franja de 2,2 metros desde el punto del hallazgo a mitad de la calle hasta la intersección de la calle Úbeda con la Avenida de Andalucía. Dentro de dicha franja se plantearon cuatro sondeos estratigráficos de 4x2,2 metros, que sumarían un total 35,2 metros cuadrados de zanja. La excavación, liderada por Serrano junto a los auxiliares de arqueología Juan Peña, Pedro Rus y José Villanueva, dio como resultado la localización de siete enterramientos de inhumación. Se tratan de tumbas de construcción simple sobre el terreno (sin ataúd ni sarcófago) y cubiertas con losas de piedra y pizarra que en algunos casos se han perdido por tareas agrícolas posteriores. De los siete enterramientos, cuatro de ellos pertenecen a enterramientos infantiles y tres son de adultos. Los esqueletos se presentan en posición decúbito lateral derecho y sin ajuar funerario.
Todos los datos aportados permitieron hacer una primera caracterización del tipo de ritual funerario, estableciendo como principal hipótesis la existencia de una necrópolis medieval musulmana, quizá de la primera etapa de islamización de Al-Ándalus, entre los siglos VIII y X. Este cementerio podría estar relacionado con las alquerías y al castillo (“hisn”) medieval andalusí que posteriormente fue remodelado por los cristianos a partir del siglo XIII. La extensión de los límites de la necrópolis original, supone el director de la excavación, “se extienden a las manzanas colindantes, pero la urbanización y edificación de viviendas de los últimos años han podido destruir gran parte de la misma. No obstante, dentro del entorno aún pueden existir más enterramientos”. La historia medieval del Condado se conoce bien a través del testimonio de sus magníficos castillos y sobre todo por las fuentes bibliográficas. Aunque, como en todas las poblaciones, debido a la rumorología, se conocían la existencia de restos arqueológicos en la zona del castillo y la iglesia.
Esta actividad arqueológica es la primera excavación arqueológica sistemática que se realiza en el municipio y, como señala Serrano en su informe: “Da como resultado la constatación empírica de una necrópolis andalusí que demuestra el rico potencial arqueológico de Navas de San Juan”. Tras dar por cerrada la excavación, los restos inhumados se trasladarán para su exposición, según sostiene el protocolo, al Museo Provincial, situado en la ciudad de Jaén, aunque las losas de pizarra que servían como lápidas de dichas tumbas se las quedará el Ayuntamiento para su posterior exposición, tal y como confirma el alcalde, Joaquín Requena. Una vez terminada esta excavación, las obras de la EDAR retomarán su curso y se cerrará la franja excavada. La obra seguirá por la calle Tercia, que cuenta con cientos de años de historia y era la retaguardia del castillo, aunque Serrano señala que es “poco probable” que haya restos en esa vía. También comenta que “se hace necesaria ahora más que nunca la colaboración entre administraciones y la implicación de la ciudadanía para promover futuras investigaciones con el fin de conocer y preservar el rico patrimonio histórico de todos los naveros”.
Joaquín Requena, alcalde de Navas de San Juan: “Esto nos va a dar a conocer parte de nuestra historia”
—¿Qué significa para Navas de San Juan este hallazgo?
—Esta necrópolis, que al final ha resultado ser islámica, nos va a dar a conocer parte de nuestra historia, sobre todo de la Edad Media, que aquí es muy desconocida puesto que no hay documentos ni escritos que nos puedan decir cómo se vivía.
—¿Hay alguna hipótesis de que haya más restos?
—En principio esta excavación ya ha terminado. Si alguna vez hay más obras se podrá continuar. Si que es cierto que hay más restos, pero del castillo. Todavía queda parte de una torre y un trozo de muralla, que están dentro de las casas, la torre si se puede ver desde la Plaza de Armas, pero está por dentro de las casas de la zona.
—¿Esa zona de la excavación estará protegida?
—Cuando hay este tipo de hallazgos arqueológicos, desde Cultura dicen que hay que proteger el entorno. Eso se protege a través de las normas urbanísticas, que son las que rigen este tipo de intervenciones. Se va a redactar muy pronto la licitación del Plan Básico de Ordenación Urbana y ahí se recogerá todo lo que nos digan con el informe del arqueólogo para que se pueda seguir estudiando nuestra historia. Donde ya hay construido, si está cimentado ya se ha destruido, pero es por si en algunos patios o corrales sale cualquier cosa, que también se puedan estudiar.
—Los restos se llevarán al Museo Provincial, pero ¿se ha quedado con algún vestigio el Ayuntamiento?
—Nosotros nos hemos quedado con algunas losas de pizarra y de caliza que cubrían las tumbas. Con esto, tenemos pensado hacer una exposición permanente, una especie de museo con objetos singulares de nuestro pueblo que se expondrán allí. Estas llevarán sus datación, su descripción y demás.
—¿Dónde se expondría?
—En la Sala de Exposiciones Andrés Carrasco, donde se ubica la Policía Local, hay dos espacios repartidos en dos plantas. En la segunda, que también sirve para exposiciones itinerantes, queremos implementar una sala permanente para conocer mejor nuestra historia.