Cuatro años después, continúa activa la búsqueda de Ibrahima Diouf en Villacarrillo
El temporero senegalés desapareció el 5 de enero de 2021, tras acusar de abuso laboral al empresario agrícola para el que trabajaba, el cual está siendo investigado

Desde el 5 de enero de 2021, no se tiene pista alguna del paradero de Ibrahima Diouf, el temporero senegalés de 33 años que desapareció en Villacarrillo cuando trabajaba en la recogida de aceituna. Han pasado cuatro años ya, pero Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) mantiene activa su búsqueda y sigue realizando indagaciones de forma recurrente sobre cualquier pista que arroje luz sobre su paradero. De hecho, desde la UCO se ha indicado a Europa Press que se investiga cualquier dato o información que les llega sobre este caso. En julio de 2023, la UCO finalizó su último despliegue de rastreo en diversos parajes del municipio de Las Villas para intentar localizar más pistas, búsqueda en la que participaron medios de apoyo como la Unidad de Caballería o drones.
El Instituto Armado viene desarrollando reiteradas búsquedas y pesquisas relacionadas con este caso, por el que un vecino del municipio está siendo investigado. Se trata de Ginés V. L., un empresario local de la aceituna a quien Diouf acababa de acusar de abuso laboral. El patrón ya fue juzgado en 2016 por la desaparición de Tidiany Coulibaly, otro temporero de quien tampoco se sabe nada desde las navidades de 2013, aunque fue absuelto en el juicio. Desde la desaparición del temporero senegalés, que se vio por última vez con vida de camino a la casa del patrón, la UCO ha realizado labores de búsqueda en propiedades de la persona investigada. En los últimos trabajos sobre el terreno en junio de 2023 se desplazaron hasta Villacarrillo una treintena de agentes que rastrearon palmo a palmo el paraje conocido como Arroyo los Pozuelos, situado en la salida del polígono industrial del municipio, así como otras zonas aledañas. Se peinó la zona a caballo y se contó con la ayuda del Servicio Cinológico para que los perros rastrearan cualquier resto biológico que detecten en el terreno.
Asimismo, en mayo de 2023, la Benemérita pidió la colaboración ciudadana para esclarecer el caso. En ese momento, argumentaron que sería de gran interés para la investigación, el disponer de cualquier material gráfico, tanto fotos como vídeos, grabados en la vía pública del municipio de Villacarrillo entre los días 5 y 7 de enero de 2021, destacando como evento relevante del que también se solicita material gráfico, la celebración de la Cabalgata de los Reyes Magos. Sin embargo, tampoco se encontró ninguna pista que arrojara luz en el caso. En el primer momento de su desaparición, hubo registros minuciosos en un garaje y una vivienda, en los que también participaron perros del servicio cinológico. Además, se contó con miembros de los grupos de Actividades Subacuáticas (GEAS) y de Rescate Especial de Intervención en Montaña (Greim) para la inspección de un pozo ubicado en el inmueble. Después, se inspeccionó una finca de olivar propiedad del citado vecino en Villanueva del Arzobispo.
Desaparición de Tidiany Coulibaly en 2013
La persona investigada ya fue detenida por la desaparición en diciembre de 2013 de un temporero maliense que trabajaba para él en la recogida de la aceituna y cuyo cuerpo sigue sin aparecer. Se trataba de Tidiany Coulibaly, de 22 años, del que se perdió el rastro tras discutir por cuestiones de trabajo y quedarse a solas con este patrón, al que manifestó junto a otros compañeros sus quejas por las condiciones de trabajo en la recolección. Tras ser juzgado en 2016 por, entre otros delitos, explotar a trabajadores inmigrantes y haber hecho desaparecer a uno de ellos que se levantó en portavoz de la cuadrilla, fue absuelto del delito de desaparición forzosa de Coulibaly. La Sección Segunda de la Audiencia de Jaén, por contra, lo condenó a un año de cárcel y multa de 4.200 euros por un delito contra los trabajadores, que “eran explotados”, y a otro año y medio de prisión por un delito contra la Administración de Justicia junto a otra multa de 6.000 euros. Además, por una falta de defraudación de fluido eléctrico se le condenó al pago de otra multa por valor de 1.200 euros.