Costumbres que ampara la sierra

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01 may 2020 / 16:29 H.
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Tarde fría la del domingo, 26 de abril, sin parar de llover en Cañada Morales, aldea de Hornos. Desde la nave donde Pedro Palomares guarda sus aperos, vemos las ovejas pastar ajenas a todo acontecimiento histórico. Como buen serrano, antes de acceder a nuestras preguntas y asegurarse de que venimos de territorio limpio de “sapos” —que es como le llaman aquí al coronavirus—,‒nos pregunta: “Esto para qué es, ¿“pa” la radio? ¿No es “pa” la televisión ni “na”?”

“¿La fiesta del 1 de Mayo? En Cañada Morales se celebra desde que tengo uso de razón ‒y tengo 52 años. Yo soy nacido y criado aquí. A lo primero, se celebraba en la antigua Almazara. Había una procesión por la mañana y juegos para los niños. Después, era la verbena en la misma cooperativa. Con el tiempo, cuando se abrió el hotel, trasladamos los festejos al sótano, para tener la seguridad de que podríamos celebrarlo. Con los años, hemos ido inventando cosillas: bolos serranos, colchonetas para los críos. Algunos años hubo baile de jotas serranas y paella comunal. En los últimos tiempos, esto estaba a rebosar. Y anteriormente también, cuando las verbenas tenían mucho éxito, pues la verdad es que, antes del hotel, hubo unos años que las hacía yo, porque tengo chiringuito. Las hacía allí, detrás del chiringuito, si hacía buen tiempo, claro. Entonces sí que es verdad que era verbena. Bueno, es que las verbenas de entonces eran de esas de las que llegaba un momento en que te faltaba de todo ¿sabes?” “Te refieres a bebida, ¿no?” “Claro, es que había una alegría que yo qué sé. La gente consumía y no se acordaba de que estaba en la fiesta del día anterior. Normalmente hacíamos dos días de fiesta: una grande y, al otro día, una más pequeña. Había un “boom” grande de gente, venían de Cortijos Nuevos, bueno, de toda la comarca. Tampoco había fiestas como ahora, que ahora hay fiestas todos los fines de semana. Entonces, cuando se terminaban las de aquí, hasta que no llegaba julio o agosto, ya no había más. Ahora la gente hace una verbena, pero ya no es lo mismo. La gente se esparce mucho, que si al pub, que si a este lado, que si al otro, que si el botellón, el botellón y el botellón (suspira). Pero bueno, aun así, ¡a ver! Aquí, últimamente, se ha revivido mucho lo que es la fiesta del Primero de Mayo, más durante el día del patrón que la noche anterior”. “¿El patrón?”, preguntamos. “Era San José Obrero. Eso lo quitaron, pero esta Fiesta de los Trabajadores, no. Ahora, lo importante es salir del coronavirus. A ver si inventan algo, porque, a ver, nos vamos a quedar sin fiestas y nos vamos a quedar sin otras miles de cosas. Tú imagínate el chorro de puestos de trabajo que se están perdiendo, porque claro, yo mismo cuando hacía las fiestas, sabes, si tenía a tres o cuatro personas trabajando, pues oye, pues mira, tenían unos ingresos para ese fin de semana. Pero no solo esa persona, también el que trae la bebida, el que trae esto y lo otro. Es una cadena. Una cadena que este año se ha roto trágicamente, y vamos a ver quién va a poner el primer eslabón. Después viene lo demás. Lo principal es la salud, sin salud no vamos a ningún lado. Pero ya ves tú el tema del paro cómo está. Volvemos a lo mismo, a la cadena, bueno... yo vivo del campo, y en el campo no puedes llevar prácticamente a nadie a trabajar, porque te cuesta los dineros y no sabes la salida que va a tener el producto. En el caso del aceite, fíjate cómo están las cosas, porque vamos, si es que no. Y ahora, ¿quién sabe qué va a pasar?”.

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