Condenado por agredir a una menor amiga íntima de su hija

Condena por agresión sexual. La Sección Tercera de la Audiencia Provincial celebró el pasado mes de marzo la vista en Juicio Oral Pública por una causa del Juzgado de Instrucción número 3 de Linares del año 2023, que hace referencia a un delito de agresión sexual a una menor de 16 años y a un delito de comunicación con menores con fines sexuales, por parte de un hombre que, tras un año en prisión, se encontraba en libertad provisional desde 2023. La Audiencia Provincial fijó el juicio en marzo de 2025, al mostrar la defensa del acusado la disconformidad con las acusaciones y solicitando su libre absolución.

Los hechos se remontan a abril de 2022, cuando este hombre comenzó a insinuarse a una amiga íntima de su hija, de 13 años, a quien conocían de toda la vida, por lo que pasaba mucho tiempo en su domicilio. En consecuencia, la víctima consideró en su declaración que la mujer del acusado era “como su segunda madre y se sentía en casa de su amiga como si fuera su casa propia”. El acusado aprovechó un viaje a solas con la víctima en coche para, en el trayecto, decirle cosas como “qué morbo me das, me pones cachondo”, pidiéndole al bajarse del vehículo un beso que la menor le negó. Después, le estuvo escribiendo mensajes de Whatsapp diciéndole: “Bueno, y tú y yo, ¿Qué?”, “quería meterme entre tus piernas y que hicieses caldo sobre mi boca” o “cuando me vas a dejar darte un azote”. Un mes después, al acusado aprovechó una ocasión en la que la menor se había quedado a dormir en su casa para volver a mandarles mensajes obscenos por Whatsapp, por lo que la menor lo bloqueó de la aplicación. Aprovechando que la víctima dormía en un colchón en el suelo, la comenzó a besar por todo el cuerpo, bloqueando sus manos mientras le apartaba el pantalón para introducir los dedos en su vagina. Esto provocó una situación de parálisis a la menor, hasta que al fin pudo zafarse de él y se marchó al balcón llorando. Él insistió y la siguió diciéndole que “no le podía dejar así”, y que le permitiera al menos “tocarle el culo para terminar”.

Desde entonces, la víctima sufrió problemas en la esfera sexual, sintomatología post-traumática y se agudizó el estado ansioso-depresivo que ya presentaba con anterioridad. El autor indicó que la relación fue consentida en todo momento. Finalmente, se condenó al agresor como autor responsable de un delito de agresión sexual a una menor de dieciséis años, con penetración y prevalimiento por superioridad, sin la concurrencia de circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal, y se le impuso una pena de nueve años y un día de prisión, accesoria de inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y una prohibición de aproximación a la víctima no inferior a 500 metros por 10 años.

Además de la pena de prisión impuesta, se le condenó a la medida de libertad vigilada por un tiempo de ocho años, y a la pena de inhabilitación especial para cualquier profesión o actividad que conlleve contacto directo con personas menores de edad, así como una indemnización al representante de la menor de 25.000 euros. A su vez, se le absuelve del delito de comunicación con menores con fines sexuales.