Comprar bravura por ser torero en una plaza y con picadores

Hace un sol de justicia y las moscas campan a sus anchas por una finca con historia antigua de los Martínez Bordiú, llena de animales, desde gallinas a conejos, pavos reales o caballos y yeguas. Está a un rato de Jaén, término municipal de Jimena, en la carretera de Mancha Real a Torres, rodeada de olivares. No parece una finca de toros, pero lo es. Ganado bravo con historia Jandilla y Núñez que aquí aposentó un empresario de Alcaudete ya fallecido, Antonio García Vázquez. Ahora la tiene arrendada el matador de toros José Carlos Venegas y abre la finca Moragón a aficionados prácticos. ¿Aficionados prácticos? Torean de salón con un maestro en el arte de la tauromaquia y los más valientes se atreven varias veces al año a practicar delante de una becerra. Y su dinero les cuesta. Es lo que se llama pagar por la bravura y darse el gustazo de torear delante de un animal bravo, él y tú a solas en una plaza, con picador incluido. A la finca Moragón han venido este fin de semana de canícula y chicharras gentes de Valencia, en sus coches y con su comida a cuestas. Ilusionados de vestirse de corto y sacar sus capotes y sus muletas, que son de verdad. Nada más llegar, a los corrales directos, hay que ver el ganado de Venegas y elegir; en esta ocasión, dos eralas y tres añojas, cuyo precio oscila según presencia y antigüedad, pero que ronda los 300 euros por cabeza toreada. Al frente de la lidia el exmatador de toros valenciano Vicente Luis Murcia, que les enseña todo lo que necesitan saber para sentirse toreros. Lo que ocurrió, mucha pasión y muchas ganas y algunos destellos de torería, en el siguiente vídeo.