Comienzan las obras de la carretera que conectará Sorihuela del Guadalimar con la autovía A-32
Se retoma 13 años después de su paralización y sobre la base del proyecto original
La consejera de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda, Marifrán Carazo, ha asistido al comienzo de las obras de terminación de la nueva carretera que conectará Sorihuela del Guadalimar con la futura autovía A-32 (Bailén-Albacete). Esta actuación se retoma 13 años después de su paralización con una inversión de 6,4 millones de euros y sobre la base del proyecto original para que la nueva vía soporte el incremento de tráfico que generará la autovía, ahora en obras, además de propiciar desplazamientos "más seguros y directos" entre los municipios de la comarca jiennense de El Condado.
"Sabemos que hoy era un día muy esperado por los vecinos de la comarca, que han sufrido lo indecible por una carretera con una historia plagada de despropósitos, entre paralizaciones, intentos de parcheos y proyectos a medio hacer", ha manifestado la consejera, que ha acudido acompañada por alcaldes de cerca de una decena de municipios de El Condado. La consejera ha rememorado que la obra se inició en abril de 2009 con un montante de 14,7 millones, pero se paralizó tres años después, en febrero de 2012, cuándo sólo se había completado el trazado entre Sorihuela y el río Guadalimar. "Desde entonces hasta la llegada de este Gobierno andaluz en 2019, la única opción que se le propuso a los vecinos eran actuaciones estéticas, parcheos que no resolvían las carencias de movilidad existentes en la zona", ha señalado Carazo.
El compromiso de la Consejería de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda ha sido retomar la obra en su concepción original. Esta obra, que ejecutará UTE formada por Peninsular de Contratas, Mipelsa y Tuccitana de Contratas, aprovechará las expropiaciones de la traza original y parte de la obra ya ejecutada, y que permita la conexión directa con la futura A-32, con un acondicionamiento tanto en trazado como en firme y drenaje adecuado. El resultado supondrá contar con una carretera de un carril por sentido de tres metros de ancho, arcenes de un metro y bermas de medio metro, así como un carril de vehículos lentos de cuatro kilómetros de longitud en su recorrido ascendente desde el río Guadalimar hasta la A-32, ya en el término municipal de Villanueva del Arzobispo.
Esta obra, que tiene un plazo de ejecución de doce meses, era necesaria para la comarca ya que, con la conversión de la carretera N-322 en autovía, gran parte de los desplazamientos que se efectúan ahora por la A-312 se canalizará por la A-6201, lo que implicará un importante incremento de la intensidad del tráfico, sobre todo de vehículos pesados.