Clamores para el santo zahorí
San Isidro Labrador y la Virgen de la Cabeza protagonizan la jornada festiva
No hay cofradía en Llanos del Sotillo que encauce la devoción hacia San Isidro Labrador ni que organice su fiesta de mayo, no... Ni falta que hace. La fe, que dicen que mueve montañas, mueve también a la sencilla gente de este pueblo de colonización iliturgitano, que se provee de todo lo necesario para que el patrón de la aldea tenga unas celebraciones acordes con la veneración que recibe por parte de los suyos.
Tan singular es la cita con el protector de los campos en esta aldea que hasta la Virgen de la Cabeza de la pedanía —sí, La Morenita— lo acompaña en su itinerario procesional: “Aunque no hay hermandad, sí se nombran hermanos mayores de fiestas”, aseguraba Juan Muñoz, todo un experto en portar varas de mando: la que lo identifica, junto con su mujer, Bárbara López, como responsable de la festividad por la parte isidril en 2018 y la que, todo el año, sostiene como alcalde pedáneo.
En las “filas” de la Virgen de la Cabeza, los cargos los ocupan Diego Lara y Encarna Moraño. Los cuatro presidieron, junto con el párroco, Pedro Montesinos, el cortejo procesional, al que acudió también el alcalde de Andújar, Francisco Huertas.
Antes, en la iglesia parroquial de Llanos del Sotillo, la misa reunió a vecinos y visitantes en torno al patrón y a La Morenita, prestos a bendecir las calles con su anhelada presencia. Salieron acompañados con la música de la asociación Santa Cecilia de La Carolina, que acompasó el desfile con un repertorio de marchas alegre, sones que ayudaron a que las imágenes fueran mecidas continuamente, como les gusta verlas a quienes no faltan a su cita con la devoción.
Esa fue la única banda sonora de la tarde, respetuosos como son los vecinos de Llanos del Sotillo, que ahorran molestias al nido de cigüeñas que habitan el campanario y llevan los cohetes y la demás parafernalia hasta las afueras. ¡Eso es sensibilidad!
Los momentos más emotivos se vivieron cuando San Isidro, llevado a hombros por sus anderas, dirigió la mirada hacia los campos, de cara al horizonte, y los bendijo mientras una cuadrilla masculina portaba a la Reina de Sierra Morena, para la que sonó, como es costumbre, el canto que José María Gallo dedicara a la Señora: “Morenita y pequeñita lo mismo que una aceituna, una aceituna bendita”.
Diario JAÉN estuvo en Llanos del Sotillo, vivió la fiesta e hizo las delicias de su gente, que adquirió el periódico y, al tiempo que se informaba, conseguía también el póster con la imagen del patrón, gratis al comprar un ejemplar del rotativo.
Entretanto, las celebraciones hacen un paréntesis que se cerrará el próximo fin de semana, con la gastronomía como protagonista: cantos de pan, tomate, bacalao y aceite, paella a mansalva, buenos caldos y mucha fraternidad entre los lugareños y quienes se acerquen, para dejar el mejor sabor de boca tras unas fiestas que cada año se superan.