Choque político por el cierre del Charco del Aguascebas

El alcalde justifica la medida y el PSOE denuncia “falta de transparencia y gestión”

21 jul 2021 / 09:21 H.
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La calidad del agua del río Aguascebas, que nace en la sierra de las Villas y se une al Guadalquivir en Mogón, es objeto de polémica al no permitirse el baño en la zona del puente del Molinillo. El asunto genera numerosos comentarios en las redes sociales. Según la explicación oficial del alcalde de Villacarrillo, el popular Francisco Miralles, el caudal actual no tiene suficiente calidad por lo que se recomienda no bañarse en el lugar. Dice que desde 2015 se aplican medidas correctoras junto a los vecinos de la zona para aumentar la calidad. Gracias a la colaboración de la población, afirma, a partir de 2017 se mejoraron las cifras hasta que la pandemia obligó a cerrar las zonas habilitadas.


Añade Miralles que funcionó el plan y se consiguió que el agua fuera apta para el baño, pero que en 2021 de nuevo se han disparado los niveles de contaminación como muestran los análisis realizados por la Junta de Andalucía. Principalmente hay materia fecal disuelta, por lo que llegan resultado negativos. De ahí deriva la decisión de dejarla correr, no embalsando para el baño.

El responsable detalla que se examinó la calidad del agua en tres puntos diferentes, con resultado negativo. Por ello, para proteger la salud, se decidió no cerrar la compuerta de la piscina fluvial conocida como el Charco del Aguascebas. Apunta que no hay competencias para poder llegar más lejos y se decide desde el Ayuntamiento instar a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para que analice de dónde viene la contaminación que es arrastrada hasta el casco urbano Mogón.

La oposición socialista no se conforma con estas explicaciones y afirma que en realidad hay falta de previsión y gestión para solucionar este problema dejado “hasta el último momento”, con el perjuicio que eso supone para el turismo en Mogón la prohibición de bañarse. La portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Villacarrillo, Rosa Espino, asegura que los establecimientos de hostelería lo notan. Destaca que este año la pedanía está “sin el principal atractivo de la población que es la playa artificial”. La política manifiesta que su partido hace hincapié desde el mes de mayo en este asunto y hasta hoy no se ha conocido, “y a través por los medios de comunicación”, que había un problema con la calidad del agua. Espino reclama transparencia porque “el pleno de junio se celebró el día 28 y el alcalde aseveró en los medios que el 22 ya tenían resultados que facilitaron a la oposición “y, por tanto, se ocultaron a la ciudadanía”. Critica que en la sesión de mayo la justificación era la pandemia y en el de junio, las tormentas”. “La temporada de baño comienza el 1 de junio de forma oficial y hasta el 16 de julio no han hecho públicos los resultados de la analítica cuando es obligado que se publiquen”, denuncia. Por otra parte, reprueba que el 14 la Junta defendiera que el problema era de falta de caudal y dos días después el alcalde hablara de la contaminación como causa. Esgrime que la competencia para garantizar la calidad del agua es del Ayuntamiento y no de la Confederación. “No entendemos cómo clausuran la playa y no controlan los bañaderos río arriba cuando el propio alcalde dice que han tomado muestras con fecha 5 de julio y el río está contaminado”, recalca en referencia a la “falta de gestión y transparencia”.

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