Casi 19 años de cárcel por matar a golpes a un anciano

Tres hombres, de origen rumano, entraron en la casa para robar

23 feb 2018 / 08:51 H.

El Tribunal Supremo ha ratificado íntegramente la sentencia por el conocido como “crimen de Torredelcampo”. Confirma la condena de casi 19 años de cárcel para los hombres de origen rumano que mataron a golpes a Manuel Capiscol Zafra, un anciano al que asaltaron en su propia casa para robarle. Los ladrones dejaron malherida a la hermana de la víctima, también octogenaria. El Alto Tribunal ha rechazado los recursos presentados por los autores del crimen.

La brutal agresión se produjo en la madrugada del 31 de enero de 2015. Manuel Capiscol y su hermana Beatriz recibieron una paliza porque no desvelaban dónde estaban los objetos de valor que guardaban en su casa. A esa vivienda entraron tres ciudadanos rumanos, que se desplazaron expresamente desde Zaragoza hasta Torredelcampo para dar el palo. Ya habían estado unas semanas antes el pueblo trabajando en la recolección de la aceituna. Allí, contactaron con dos vecinos que les dieron información de que los ancianos guardaban dinero (más de 100.000 euros) y joyas en su vivienda.

El pasado mes de marzo, la Audiencia de Jaén celebró el juicio contra los cinco acusados: los tres autores materiales del crimen fueron castigados con dieciocho años y nueve meses de prisión por los delitos de homicidio, robo con violencia y lesiones. Además, también tienen que pagar casi 55.000 euros a la hermana del fallecido. A los dos torrecampeños se les impuso una pena de tres años y medio de cárcel por ser los instigadores del robo.

En el juicio, celebrado el pasado 20 de marzo, los tres ciudadanos rumanos admitieron haber entrado en la casa para robar, pero ninguno asumió la paliza que causó la muerte de Manuel Capiscol y se culparon mutuamente. No obstante, el tribunal jiennense impuso sin distinciones las mismas condenas para todos: “Los tres procesados se encontraban en la casa, a la que entraron para robar, aceptando ya desde el primer momento la posibilidad de que hubiera gente y, por lo tanto, de la agresión y del fallecimiento”, razonaron los magistrados. En la vista oral también se discutió si los acusados tenían intención de matar o fue un robo que se les fue de la manos. La sala tampoco tuvo dudas y señaló que los tres rumanos tenía una clara “intención homicida”. ¿Por qué? Los magistrados enumeró varios motivos en su sentencia: el empleo de una sentencia extrema y “desproporcionada” en la agresión; la reiteración de golpes —la víctima tenía hasta trece heridas— y la vulnerabilidad del fallecido. Pero es que, además, en la sentencia, se recuerda que ninguno de los tres autores del crimen avisaron a un médico. Es más, Samir C., Florin B. e Ionut Daniel B. cortaron la línea telefónica, retiraron el botón de la teleasistencia que llevaba la mujer y pusieron al anciano, ya moribundo, debajo de la cama.

Los condenados utilizaron el mismo argumento ante el Supremo, es decir, no asumir el crimen e incriminarse mutuamente entre ellos. El Alto Tribunal desestima todos y cada uno de sus peticiones y confirma íntegramente la sentencia. La resolución judicial, por lo tanto, ya es firme. Incluye la condena a los dos vecinos de Torredelcampo que dieron la información sobre las víctimas. Han sido castigados con tres años y medio de cárcel. Uno de ellos, incluso, había intentado entrar en la vivienda. Como no pudo, urdió un plan con los ciudadanos rumanos para repartirse las ganancias. El botín fue de apenas 300 euros. Un dinero en metálico que, para más inri, les había entregado la víctima.

La Guardia Civil detuvo a los autores apenas dos días después de los hechos

Los tres autores materiales del crimen huyeron del lugar nada más dar la paliza a los ancianos. Se marcharon de vuelta a su domicilio, ubicado en el municipio aragonés de Ricla, muy cerca de Zaragoza. Fueron detenidos apenas dos días después de los hechos. ¿Cómo llegó la Guardia Civil tan rápido hasta ellos? Los agentes ya estaban tras sus pasos. Los estaban vigilando por una oleada de robos que se estaban produciendo en las cercanías de la capital maña. De hecho, aquella madrugada del 31 de enero de 2015, una patrulla del Instituto Armado los siguió desde Ricla hasta Jaén. Sin embargo, les perdió la pista ya en Torredelcampo. Desde el principio, los tres rumanos fueron los sospechosos de la paliza que acabó con la vida de Manuel Capiscol. 48 horas después fueron detenidos en Zaragoza capital. Todavía llevaban encima la joyas que les robaron a los ancianos torrecampeños. La investigación posterior puso al descubierto que los tres autores materiales del robo tuvieron “ayuda” de gente del pueblo. Recibieron un soplo. Vecinos de las víctimas les dijeron que Manuel y Beatriz guardaban en su casa mucho dinero y joyas. No era verdad. La investigación de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Jaén así lo determinó.