Cascarones rotos que son la esperanza de Cazorla

Dos nuevos pollos de quebrantahuesos nacen en el Centro de Cría de Guadalentín, que suma tres ejemplares

10 feb 2016 / 09:44 H.

Cada cascarón que se rompe es un halo de esperanza para una especie en peligro. Los técnicos del Centro de Cría de Guadalentín, en pleno Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, miman como si fueran sus hijos a los pequeños pollos de quebrantahuesos que, estos días, eclosionan. “Bowie” fue el primero en ver la luz y apenas unos días después se sumaron dos ejemplares más.

Así, según la Fundación Gypaetus, encargada de la gestión del centro, el pasado jueves, a las 19:18 horas, nació el segundo pollo de esta temporada. Hijo de Joseph y Keno, hermano por lo tanto de “Bowie” —el primero de este año—, pesó 136,5 gramos. La eclosión fue natural, es decir, no necesitó ayuda del personal del centro y fue bautizado, de momento, como “Lemmy”. El código de identificación es BG888 y durante unos días permanece en el laboratorio hasta ser adoptado por una pareja de cría.

La familia creció este fin de semana con la llegada de un tercer pollo. Fue el sábado, a las 11:59 horas. “Krahe”, como le han apodado, de momento, es hijo de Cabús y Corba, una hembra que cumple 42 años y que todavía regala alegrías a la Fundación Gypaetus. El pollo, con el código BG889, eclosionó de manera natural y pesó 138 gramos.

El Programa de Reintroducción del Quebrantahuesos que desarrolla la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio pretende conseguir una población autónoma y estable de la especie en la región mediante la liberación de jóvenes ejemplares por el sistema de la cría campestre o hacking. Con el empleo de esta técnica, originalmente utilizada en cetrería, se persigue lograr que el ejemplar asimile el área de la suelta como su lugar de nacimiento y, por tanto, regrese a ella para asentarse y reproducirse.