Caminamos por las aguas cristalinas del Cañamares

Es uno de los ríos menos conocidos de la provincia, con una ribera única

24 mar 2023 / 07:00 H.
Ver comentarios

¿Cañamares? Podrían contestar dubitativos muchos jiennenses si se les pregunta por este río que nace en el paraje de Hoyo Redondo en la sierra de Cazorla. Lo visitamos en el área en el que la sierra de Cazorla se une con Las Villas. Es uno de los ríos menos conocidos de la provincia. Su curso es de 11,6 kilómetros. Aguas critalinas y frescas. Tiene una ribera excepcional, muy virgen, plagada de vegetación y árboles, entre los que abundan los álamos negros. Y una singularidad en el entorno de su ribera. Hay olivos, pero a uno y otro lado de la ribera el campo es para la siembra de trigo y cebada. Recorremos la ribera arriba y abajo, caminamos por el cauce, poco profundo, muy rocoso en algunos tramos, con el agua cristalina y fresca. Hasta que llegamos la Puente Nubla, por el que pasa una vía pecuaria. La vegetación casi lo cubre y alguna especie trepadora se deja caer sobre su arco a modo de cortina vegetal. Cerca de la ermita que lleva el mismo nombre, el Cañamares se une al río Cerezuelo. De esa unión fluye el río de la Vega que, a su vez, recibe al arroyo de la Vacarizuela y al San Martín, hasta desembocar en el Guadalquivir, cerca de Santo Tomé. El Trazo del cauce llega a dividir los términos de Chilluévar y La Iruela

Provincia