Cambio de tendencia en el voto de Jaén

ANÁLISIS POSELECTORALES

Las elecciones municipales de 2023 pasarán a la historia por marcar un cambio de ciclo en una provincia con una gran tradición de voto socialista. El mapa de colores políticos cambia con respecto a las últimas citas con las urnas en las que imperaba el rojo y, aunque resiste el PSOE a la ola azul de Juanma Moreno en el resto de Andalucía, lo cierto es que hay graneros que caen con injerencias del PP sorprendentes. La radiografía de los resultados ofrece datos que resultan incontestables. Ochenta municipios tienen mayoría absoluta, por lo que está claro quién será su alcalde o alcaldesa en los próximos cuatro años. Cuarenta y cinco son del Partido Socialista, doce menos que hace cuatro años; veintiséis pertenecen al Partido Popular, trece más que en la convocatoria de 2019; las agrupaciones independientes cantan victoria en Cambil y en Jabalquinto; los herederos del Partido Andalucista logran el triunfo en Higuera de Calatrava y Torreblascopedro; Ciudadanos resiste en Arjonilla, con cambio de alcalde, y Porcuna, el incombustible Miguel Moreno. La izquierda tiene su reducto en Canena y en Lupión. En Puente de Génave irrumpe con fuerza Vox.

Hay diecisiete ayuntamientos que están en el aire y, en este sentido, son susceptibles de posibles alianzas con otros partidos en los veinte días próximos hasta llegar a la investidura, prevista para el 17 de junio. Sirva como ejemplo la capital, donde el socialista Julio Millán ganó al segundo más votado, el popular Agustín González, por 297 votos, por lo que tiene la llave de la gobernabilidad Jaén Merece Más en su estreno en el escenario municipal. Más fácil lo tiene Auxiliadora del Olmo en Linares, donde todo hace indicar que gobernará en mayoría simple o con el apoyo de Vox. En minoría están también los independientes de Espeluy y de Villanueva del Arzobispo, así como Lahiguera y Villatorres, donde la coalición Para la Gente fue la más votada. En Santiago-Pontones Jaén Merece Más tiene todas las papeletas para gobernar, aunque también necesitará acuerdos.

No hay más que ver cómo queda la tarta para darse cuenta de que se aprecia un cambio significativo en la tendencia de voto jiennense en las elecciones del domingo pasado: el regreso del bicolor a las principales administraciones públicas en las que se dirimen grandes cuestiones en términos de inversión. Se trata de una extrapolación de resultados que, por supuesto, es hipotética, porque no es lo mismo votar a un alcalde que a un presidente de la Junta de Andalucía o del Gobierno central, pero si se toman como referencia los datos de la convocatoria local, lo más importante es que desaparece Vox del reparto de parlamentarios andaluces y diputados nacionales. El método D’Hondt que es el sistema que se utiliza para repartir los escaños o concejales entre las candidaturas de forma proporcional al número de votos obtenidos, revela un 6-5 en la Administración autonómica y un 3-2 en la Cámara Baja de las Cortes Generales. Tanto Benito Morillo como Francisco Alcaraz desaparecerían del escenario.

Francisco Reyes continuará al frente de la Diputación Provincial de Jaén con quince de los veintisiete escaños que tiene el Ayuntamiento de Ayuntamientos, que se convierte de nuevo en bicolor. Dos diputados gana el Partido Popular con respecto a las últimas elecciones municipales, uno del Partido Judicial de Jaén y otro de Úbeda. Todo hace indicar que la pérdida del sillón del que goza, hasta ahora, Ciudadanos, con Ildefonso Ruiz sentado en él, fue a parar a los populares, procedente de los votos de los municipios del área metropolitana y de la capital. Curiosamente es en Úbeda, en la ciudad en la que los socialistas arrasan, donde los de Francisco Reyes pierden un diputado provincial que repercute de forma beneficiosa en los de Erik Domínguez. No llegó, sin embargo, a alcanzar la medalla que tanto buscó.