Bendición al amparo de la ermita de Santa Ana

Vecinos y mascotas de Villargordo celebran San Antón con la procesión del santo y un almuerzo de convivencia

18 ene 2020 / 12:22 H.
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Cuando aún el calor de las lumbres de la noche del jueves no se había extinguido del todo en Villargordo, los rayos de sol dieron la bienvenida al Día de San Antón en la población. Pronto sus calles de llenaron de actividad y de nervios ante el cercano inicio de los actos programados en honor del santo, que respondieron a la más marcada tradición. Cuando el reloj pasaba de las doce y media del mediodía, el entorno de la ermita de Santa Ana se llenó de numerosos vecinos que no dudaron en acudir a la cita con San Antón junto a sus mascotas. El objetivo, que estas recibieran un año más la bendición de su patrón. La imagen de San Antón, sobre su sencillo trono, recorrió, a hombros de algunos de sus fieles y de forma breve, el perímetro que rodea el templo. Tras ello, se celebró el tradicional acto de bendición a las mascotas, sobre todo, perros, que, llenos de nobleza, fueron de nuevo protagonistas en la población, como cada inicio de enero.

No hubo lumbres nocturnas en Villargordo, pero eso no fue óbice para que la celebración se viviera con menos intensidad durante la mañana y el mediodía de ayer. De hecho, tras la bendición, los vecinos disfrutaron de un almuerzo de convivencia que sirvió para unir aún más sus lazos.

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