Bélmez de la Moraleda hará “todo lo posible” para evitar que el Castillo “desaparezca”

20 sep 2020 / 11:42 H.
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El Ayuntamiento de Bélmez de la Moraleda hará “todo lo posible” para evitar que el castillo “desaparezca”, un riesgo que ha motivado su inclusión en la Lista Roja del Patrimonio que elabora la asociación Hispania Nostra.

Así lo ha indicado a Europa Press el alcalde de la localidad, Pedro Justicia, después, precisamente, de que el inmueble, que está reconocido como Bien de Interés Cultural (BIC), haya pasado a formar parte del citado listado, dado su “estado de ruina total”.

El regidor ha explicado que en “noviembre de 2016 la Junta adquirió el castillo” tras la realización del deslinde de la propiedad, “todo ello con el fin de intentar, entre ambas partes, la administración local y regional, trabajar para no llegar a la situación actual”.

A finales de esa legislatura “se empezó a retomar ya la ejecución y rehabilitación del castillo” con una primera fase consistente en el proyecto de investigación sobre el propio inmueble. La dirección del proyecto “entregó el trabajo en noviembre de 2018”.

“A partir de ahí, con fecha 8 de abril de 2020, el Ayuntamiento de Bélmez de la Moraleda recibió una resolución de la Junta, que es la que tiene las competencias sobre la rehabilitación del castillo, puesto que está en su poder, en la que se decía que ya se había ejecutado dicho proyecto de investigación, que tenían todos los datos y que el expediente se daba por finalizado”, ha afirmado.

Por ello, desde la corporación local “no se ha parado de mover hilos” para que la redacción del proyecto y la posterior rehabilitación salgan adelante. En este sentido, y aunque el pasado abril se “decía que no iba a haber más actuaciones de momento”, ha subrayado que se está “a tiempo de volver a iniciar el proyecto”.

“Al ver la declaración en la Lista Roja, me puse en contacto con la jefa de servicio de Bienes Patrimoniales en Cultura. Me trasladó que estaban intentando redactar el proyecto en 2020 y que, a posteriori, intentarían la rehabilitación del castillo”, ha comentado Justicia, quien ha agregado, no obstante, que “esto queda en el aire”, al carecer oficialmente de más información.

En este sentido, ha señalado su intención de contactar con el delegado territorial de Cultura, Jesús Estrella, y ha asegurado que va “a hacer todo lo posible para no dar lugar a que el castillo de la pedanía de Bélmez, que es prácticamente el que relata la historia de Bélmez de la Moraleda, se caiga”.

LISTA ROJA

El castillo --formado por la torre del homenaje y dos recintos amurallados, el alcazarejo y la albacara-- está reconocido como Bien de Interés Cultural (BIC), pese a lo cual presenta “un estado de absoluta ruina”, según ha informado Hispania Nostra. La torre del homenaje está hundida con varios muros desaparecidos e importantes grietas que amenazan su integridad. De la albacara que lo rodeaba apenas quedan vestigios de los muros, que se hacen evidentes por el fuerte talud que los precedía.

Junto al castillo quedan restos de una torre que pudiera ser el alminar de una mezquita e importantes estructuras todas derruidas que amenazan con desplomarse haciendo que el castillo desaparezca completamente. Por ello “y para salvarlo de la ruina y protegerlo de expolios y vandalismo”, acaba de ser incluido en la Lista Roja del Patrimonio, que recoge cerca de 800 monumentos españoles que corren el riesgo de desaparecer si no se actúa de inmediato.

Su origen parece ser islámico, conquistado por los cristianos entre 1243 y 1246. Bélmez formaba parte del alfoz que Fernando III había prometido entregar a Baeza en 1243 para cuando se conquistase, pero el pacto de Jaén de 1246 entre Fernando III y Muhammad I, dejó el castillo en tierra musulmana, quedando como plaza fronteriza del Reino Nazarí con Castilla. Hasta 1448 el castillo no fue conquistado definitivamente por los cristianos, perteneciendo al Concejo de Baeza y a la Orden de Calatrava.

DOS RECINTOS

Los dos recintos de la fortaleza parecen ser de obra musulmana del siglo XIII, mientras que la torre del homenaje fue levantada por los cristianos después de la reconquista en 1316 para proteger la vega que controla el castillo y vigilar el Valle del Jandulilla.

La torre del homenaje se encuentra en el centro de la fortificación y debió de alcanzar los 20 metros de altura. De planta cuadrangular, su interior se organizaba en tres pisos, siendo el inferior destinado a sótano o aljibe. Fue construida en mampostería ripiada, reforzada con sillares en los ángulos y el interior de mampostería de yeso y ladrillo. El acceso a ella se realizaba por una abertura en el nivel del primer piso y en sus muros se abren dos grandes ventanas y varias aspilleras.

El recinto interior o alcazarejo ocupa la explanada que se extiende al pie de la torre del homenaje y conserva siete torreones. En el exterior del castillo podría existir un aljibe, hoy destruido. La albacara ocupa el exterior del castillo aunque apenas se conserva. Los muros de los dos recintos son de mampostería regular.

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