Cálida despedida a los “soldaos”

Las celebraciones en recuerdo de la batallla concluirán con el “toro de fuego”

22 jul 2019 / 11:46 H.

Los “soldados” de la Compañía de Honores del Regimiento de Infantería La Reina número 2, de guarnición en Córdoba, con bandera, bandera de guerra de la Brigada Guzmán el Bueno X y Escuadra de Gastadores, bajo un sol de justicia, pusieron rumbo a su base de Cerro Muriano. Fue tras cuatro días de intensa actividad en el municipio bailenense. A las once y media de la mañana comenzó la despedida desde la Plaza de la Constitución, donde los militares recogieron la enseña de España, custodiada en el Ayuntamiento y se despidieron de la Corporación Municipal y del pueblo.

El alcalde, Luis Mariano Camacho, entregó un diploma en agradecimiento al capitán de la compañía por su participación en las fiestas conmemorativas del 211 aniversario de la Batalla de Bailén. Luego los militares emprendieron un desfile militar hasta la Avenida del Parador, donde varios centenares de bailenenses aguardaban su llegada para decirles adiós hasta el próximo año.

Tras guardar la bandera de España y la orden de descansar recibida por los “soldaos”, los aplausos y los vítores de los vecinos se unían. Llegó el momento de las aguadoras vestidas de época, con cántaros, rememoraron la gloriosa jornada del 19 de julio de 1808, cuando auxiliaron a las tropas españolas. Un acto que ya es tradición organizado por el Instituto de Estudios Bailenenses con participación de las Asociaciones de Recreación Histórica locales y apoyo de Bar La Estación.

Para hoy está previsto el cierre de fiestas con una cabalgata que parte a las diez de la noche desde el pabellón 28 de Febrero”y que desemboca en el Paseo de Las Palmeras. Allí, a medianoche, se quema una colección de fuegos artificiales. Posteriormente, en la Avenida del Parador la programación de actividades acaba con el típico “toro de fuego”.

Sin duda, son unas fiestas singulares y particulares donde el Ejército y el pueblo se unen para conmemorar la célebre Batalla de Bailén donde las huestes napoleónicas cayeron derrotadas por primera vez en campo abierto.