Auge del turismo en Cazorla en plena recuperación pandémica

La ocupación de hoteles y alojamientos en la comarca del Alto Guadalquivir roza el lleno completo durante el puente de la Constitución y la Inmaculada

09 dic 2021 / 13:40 H.
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El día de la Inmaculada Concepción, ayer, supuso el punto final a un largo puente que ha permitido encadenar cinco días de descanso laboral desde el pasado fin de semana —en la mayoría de los casos— gracias a que el festivo de la Constitución caía en lunes. El turismo rural se frotaba las manos en el contexto de recuperación de la crisis derivada de la pandemia de coronavirus, en la que este sector, uno de los principales motores económicos de Jaén, ha sido de los más castigados.

A falta de contar con el balance de la patronal del sector hotelero provincial, TurJaén, los datos que se manejan son de una media de ocupación del 90 por ciento en el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, lo cual refuerza el liderazgo turístico del área oriental jiennense. En la comarca cazorleña la cifra ha sido similar. En Cazorla municipio, su alcalde, Antonio José Rodríguez, habla de una ocupación media superior al 95 por ciento y resalta la “alta afluencia” del turismo de caravanas. Pozo Alcón está viviendo en este 2021 “el año de mayor ocupación turística de su historia”, según su alcalde, Iván Cruz. “Muy satisfechos” están también en Santo Tomé, tal y como indica su alcalde, Francisco Jiménez, mientras que el máximo responsable político de Peal de Becerro, David Rodríguez, valora “el éxito de participación” de las actividades celebradas durante el puente. El alcalde de Huesa, Ángel Padilla, destaca la llegada de turistas del Levante, Madrid, Málaga, Granada y Sevilla, y el alcalde de La Iruela, Daniel Sánchez, habla de una ocupación del 90 por ciento en el municipio.

Encender fuego donde no se puede

n Es uno de los refugios más usados por los senderistas y aventureros, de todos los amantes de los Campos de Hernán Pelea. Se trata del refugio de entrada a esta altiplanicie por la Sierra de Cazorla, en pleno pulmón del Parque Natural y la junta rectora optó por eliminar la chimenea para colocar un altillo para literas y sacos de dormir. Pese a la prohibición expresa, hay personas que encienden fuego en cualquiera de las cuatro paredes del refugio, según sople o no el viento, denuncia que ayer expresaron a este periódico los linarenses Antonio Fuentes y Ginés de Rus, junto con el pequeño Antonio Fuentes Heras, que llevan años disfrutando de la zona con plena responsabilidad.

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