“Los clientes valoran la cercanía”

Rafael soriano

Marta Molina es propietaria, junto con su hermano Francisco José, de la pensión-restaurante “Casablanca Torreperogil”. Tras formarse en otras áreas, se incorporaron al negocio familiar en 2016 para aportar todo lo que aprendieron en los años previos con una filosofía de trabajo centrada en la familiaridad.

—¿Cómo fue la apertura de la pensión-restaurante?

—En 1967 una pareja que vivió en Marruecos comenzó esta historia con un bar de carretera y le pusieron el nombre de “Casablanca”. Después, en 1973, nuestros abuelos añadieron el restaurante y el resto de habitaciones manteniendo el nombre original y la comida típica andaluza con unas fuertes influencias árabes. Más tarde, nuestros padres, tras dos largas reformas, llegaron al gran establecimiento del que disponemos hoy. Y en 2016 llegamos la nueva generación, mi hermano Francisco José y yo, cargados de energía para darles a nuestros comensales la experiencia de lo que significa para nosotros la comida casera y la tradición.

—¿Se han dedicado siempre al sector hostelero?

—Desde pequeños crecimos en este negocio, ya que era de nuestros padres, pero nos formamos en otras áreas. Desde que entramos estamos gestionándolo aportando todo lo que aprendimos en las anteriores etapas de nuestra vida. Hemos trabajado en otros sectores y algunas multinacionales en las que aprendimos muchas técnicas de gestión modernas que actualmente aplicamos en nuestro negocio, siempre sin perder de vista la familiaridad que nos caracteriza.

—¿Cuáles son las especialidades del restaurante?

—La especialidad de nuestro chef es la cocina tradicional vanguardista. Tenemos una carta muy equilibrada, la cual se puede disfrutar todos los días. Los domingos disponemos de un menú especial con el que poder pasar un buen rato en familia y el resto de la semana un menú diario. Además, para las celebraciones tenemos un menú banquete.

—¿Qué servicios ofrece?

—Tenemos varias zonas, la del bar y cafetería, la del restaurante y la del alojamiento.

—¿Qué tipo de clientes suelen visitar el negocio?

—Nuestros clientes suelen ser gente que valora el trato cercano, la comida de calidad y con tradición. Tenemos clientes contentos que nos visitan durante todo el año, e incluso algunos clientes se llegaron a desviar de sus rutas hasta 50 kilómetros de ida y vuelta para dormir o comer aquí.

—Actualmente, ¿cuántos trabajadores hay? ¿Son todos de Torreperogil?

—Ahora estamos 15 trabajadores repartidos entre Torreperogil, Úbeda, Santo Tomé, Sabiote, Castellar y La Puerta de Segura.

—¿Ven como proyecto de futuro abrir más negocios?

—Ahora mismo estamos centrados en llevar “Casablanca Torreperogil” a su máximo exponente, en un futuro nunca se sabe, pero nuestra prioridad ahora es innovar todo lo posible en el negocio para conseguir la mejor versión de nosotros mismos.

—¿Qué es lo más importante a la hora de tener un negocio?

—Lo más importante para nosotros es llevar una filosofía en la que ganamos todos. Con un buen trabajo de gestión es factible que gane el trabajador, el cliente, el proveedor, la empresa, el entorno, etcétera.

—¿Han vivido momentos duros en el tiempo que llevan a cargo del negocio?

—Siempre hay que sufrir para conseguir mejorar y no somos una excepción. Lo importante es que en el equipo Casablanca nos lo tomamos muy enserio y al repartir los momentos duros entre todos se hace mas fácil andar en el camino.

—¿Es difícil llevar una pensión y un restaurante a la vez?

—No, pero sí es un trabajo muy constante. Tenemos que escuchar a nuestros clientes y darles un alto nivel de satisfacción.