“Durante los cinco años en que pude mantener la galería no dejé de acudir a ferias de arte que se celebraban en toda España”

PREMIO vialterra “Pasión cultural”

23 jul 2019 / 12:02 H.

Definido así mismo como amante del comportamiento del ser humano, Ramón Valenzuela posee un espíritu gustoso por los derroteros que llevan hacia la Antropología, Sociología y Etnografía. Conocer la vida en general y escribir sobre ella es su afición desde que se jubiló, allá por el año 2001, y puso en marcha un blog que edita mensualmente: “En el blog aparece lo que yo opino sobre la vida, entre otros artículos. Además, llega a recibir visitas de la costa Este de Estados Unidos”. Valenzuela parece no desapegarse de un continente hacia el que le profesó su amor en su juventud, pues fueron unos tres años los que estuvo en Canadá, y a los que alude con un sentimiento especial que deja intuirse fácilmente en cada una de las palabras que articula en relación a esta vivencia. Un océano Atlántico tuvo que cruzar para arribar a este destino. El mismo que baña la costa de Sanlúcar de Barrameda, donde nació, y desde donde partía en algunas ocasiones a un mar de olivos que circunda el municipio jiennense de donde era su madre. Chilluévar empezó a acoger a un pequeño Ramón en época de vacaciones, y acabó por convertirse en su lugar de residencia: “Son ya dieciocho años los que llevo viviendo en Chilluévar, la verdad es que nunca perdí el contacto durante el tiempo que estuve fuera”. Valenzuela, con un espíritu inquieto y siempre buscador de nuevos confines, llegó a emprender una galería de arte en Granada, tras haber pasado por las conocidas Galerías Preciados como encargado de librería. Un lustro fue el período que Valenzuela mantuvo un punto de encuentro entre el arte contemporáneo, el abstracto y el realista, entre otros. “Hasta el año 2000 estuvo la galería en funcionamiento. Durante los cinco años en los que pude mantenerla no dejé de acudir a ferias de arte que se celebraban en toda España”, señala uno de los galardonados con el Premio Reino de Jaén. Incluso, y como comenta con humilde orgullo, llegó a enviar a su hija a Barcelona con tan solo veinte años para realizar unas gestiones con tres pintores profesionales: “No me decepcionó. Mi hija es muy luchadora, yo quiero ser igual de luchador que ella y ella igual de luchadora que yo”.

Ramón Valenzuela tuvo que abandonar su galería en el año 2000, aunque ello no supuso ningún tipo de freno para su brío efervescente con el que decidió dar un primer impulso a su blog personal en el mundo digital. Ahora, residiendo en Chilluévar, le es concedido un reconocimiento a su trayectoria como hombre incansable y cuidador de unos vínculos que estrechó desde su infancia con este municipio. Valenzuela admite que se siente sorprendido por recibir tal distinción.