Arroyo Frío: fuertes lazos de afecto que unen a los antiguos serranos

Un entorno natural maravilloso que se colma de gente durante el mes de agosto. El pequeño enclave de Arroyo Frío se vistió de gala durante el pasado fin de semana con el propósito de celebrar sus fiestas tradicionales, una cita imprescindible para aquellos serranos que hace años emigraron en búsqueda de trabajo y que los recibe en un ambiente alegre. Las festividades comenzaron el pasado viernes 9 de agosto con un Campeonato de Brisca en el Hogar del Jubilado, un espacio donde los participantes disfrutaron de este clásico juego de cartas en un entorno ameno. El sábado, la jornada estuvo dedicada a la diversión de los más pequeños y al entretenimiento de los mayores. A partir de las 11:30 horas, se instaló un castillo hinchable acuático que deleitó a los niños, mientras que a las 17:00 horas, los adultos pudieron demostrar sus habilidades mazo de cartas en mano en el Campeonato de Guiñote, también en el Hogar del Jubilado. Sin embargo, este año faltó la tradicional actuación del grupo infantil de la Asociación de Coros y Danzas El Yelmo debido a un imprevisto. Pese a este problema, la asociación quiso reiterar su compromiso con todos los asistentes y realizará su espectáculo este fin de semana.

Además, no solo hubo actividades organizadas por el Ayuntamiento, sino que para completar el catálogo de actividades, los propios vecinos prepararon algunas iniciativas para entretener a los más pequeños y para disfrutar de la compañía de aquellos a quienes solo ven una vez al año. Una de las citas ya habituales fueron el taller de luciérnagas para los jóvenes, mientras que, como novedad, encendieron uno de los hornos de piedra de Arroyo Frío y cocinaron unas pizzas para los presentes. Como no podía ser de otra forma, tampoco pudo faltar la música y el baile. La noche del sábado se cerró con una verbena popular amenizada por “TanoSanchez”, momento en el que los asistentes ofrecieron sus mejores pasos bajo un cielo estrellado. La jornada del domingo puso punto final a la festividad con la celebración de una misa y múltiples campeonatos de bolos serranos para hombres, mujeres y niños. Hablar del Jaén desconocido es ahondar aún más en el Jaén siempre rural, porque si a veces no sabemos de la existencia de nuestros propios municipios, menos aún de aldeas recónditas.