San Eufrasio no falla a la tradición

Una de las fiestas más tradicionales de la ciudad llega a su culmen. La festividad de San Eufrasio crea un ambiente festivo pese a ser laborable en el municipio. El patrón de Andújar y de la Diócesis de Jaén procesionó en la tarde-noche de ayer por las calles de su barrio hasta llegar al centro.

Las vísperas a la jornada solemne estuvieron cargadas de actividades y cultos, en los que el alcalde perpetuo de la ciudad fue el epicentro. Desde el pasado 4 del mes en curso, cuando el joven Ángel Fernández pronunció el magnífico pregón de la fiestas, se han sucedido días señalados, como el triduo al santo varón apostólico, en su parroquia de la Avenida de 28 de Febrero, la veneración a sus sagradas reliquias y la ofrenda floral a la sagrada imagen, que su Hermandad venera. Además, las jornadas de rezo junto a San Eufrasio contaron con días especiales, como el dedicado a las familias y a los mayores de la ciudad. De igual manera, Eduardo Muñoz, en el transcurso de los días de celebración religiosa, recibió el nombramiento de presidente de honor de la corporación cofrade, ya que es él uno de los principales “motores” de la Cofradía. Ya en la jornada de ayer, a las siete de la tarde, comenzó la celebración litúrgica en la Parroquia de San Eufrasio con la fiesta principal, presidida por el consiliario de la Hermandad, Sebastián Guerrero. Tras la misa, comenzó su tradicional procesión, con itinerario por las calles de su verbena popular y del centro de la ciudad. Momentos de especial importancia, se vivieron en el encuentro con la imagen vicaría de la Virgen de la Cabeza en el municipio, al llegar el paso procesional hasta las puertas de la Ermita en la calle Ollerías. En el mismo lugar, metros más adelante, emoción desbordada en el encuentro con las personas que habitan la residencia de ancianos de “San Juan de Dios” y la “Casa Hogar Andrés de Cristino” de Cáritas. De igual manera, las hermanas del convento trinitario recibieron a la sagrada imagen con el repique glorioso de las campanas del convento. El toque musical lo puso la Asociación Maestro Amador.