Premio del Ministerio de Educación

El centro educativo iliturgitano “San Eufrasio” es finalista en el concurso de Buenas Prácticas

09 nov 2019 / 12:42 H.
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El alcalde, Francisco Huertas, y la concejal de Educación, Alma Cámara, visitaron el colegio de educación infantil y primaria “San Eufrasio”, para conocer más en profundidad su “Comunidad de Aprendizaje”, por la que fueron nombrados finalistas en el concurso de Buenas Prácticas del Ministerio de Educación. El proyecto fue presentado al finalizar el curso pasado y consistió en el resumen de todo el trabajo realizado en la “Comunidad de Aprendizaje”. “El proyecto de surge de un profundo proceso de reflexión por parte del profesorado del centro y de una necesidad urgente de cambio, ya que en los últimos años, coincidiendo con el descenso de la natalidad a nivel local, había un receso importante a nivel de matriculaciones y un declive del clima de convivencia. Todo ello, lo llevó a convertirse prácticamente en un “gueto”. Por ello, en el curso 2017/2018 decidimos apostar por el sistema de Comunidades de Aprendizaje para ampliar la interacción del centro con las familias y la ciudad”, manifestó la directora del centro, Mari Luz Toledano.

La directora explicó a los responsables políticos el proyecto, el cual se articula con la estructura de un árbol con dos grandes ramas. Por un lado, el tronco del árbol sería el sistema de trabajo por “Comunidades de Aprendizaje”, un modelo educativo basado en los principios y prácticas de inclusión, igualdad y diálogo, cuyo principal objetivo es la transformación social y educativa, no solo del centro, sino del barrio.

“Una rama es para la cultura más cercana, el interés más próximo y lengua materna de nuestro alumnado, el flamenco. El profesorado se ha formado en didáctica a través del flamenco, porque en él encontramos un nexo de unión, una motivación para el aprendizaje en nuestro alumnado y en sus familias”, declaró la directora, que desgranó que otro eje vertebrador del proyectos es la gestión y educación emocional, basado en la realización de una serie de talleres como risoterapia, yoga, meditaciones, o musicoterapia. Por último, los frutos del árbol son la mejora de la convivencia, una mayor proyección del colegio y, sobre todo una realidad escolar y familiar mejorada, donde las familias son fundamentales en la educación de sus hijos y para asegurarles un futuro más próspero.

Andújar