Los “Pinypon” y un “papagayo”, entre los favoritos del jurado

El concurso de disfraces para adultos, con multitudinaria participación, transcurrió con normalidad. Fueron seis premios, los repartidos en dos categorías. Por un lado, en cuanto a las distinciones individuales, el ganador del primero, de ciento cincuenta euros, fue para el disfraz de papagayo. Por otro, el segundo, dotado con cien, correspondió al atuendo de loro. En tercer lugar, la indumentaria de San Pancracio mereció un cheque de setenta y cinco.

A continuación se entregaron los galardones colectivos preparados en el certamen, con grupos compuestos por más de cinco personas. El primero, de doscientos cincuenta euros, fue para la “Familia Pinypon”. En segunda posición, los miembros de “Willy Fog” recogieron ciento cincuenta. Por último, el tercero, de setenta y cinco, fue para “Heidi”, con los diferentes personajes de la serie.

Las personas disfrazadas se dieron cita en la Plaza de España. Una vez concentradas comenzó el tradicional pasacalles, en el que las mácaras recorrieron, en grupo o de forma individual algunas de las calles del centro de la ciudad. Las calles Ollerías, Caldereros, Ibáñez Marín, Doctor Montoro, 12 de Agosto y San Francisco fueron algunas de las vías urbanas por las que discurrió el desfile.

En la edición de 2017, los participantes estuvieron acompañados de las charangas “Ritman” y “The Mornings”. Además, el cortejo estuvo amenizado por la presencia de gigantes y cabezudos, aparte de zancudos. La entrega de los reconocimientos fue presentada por José Ángel Heredia. El calendario de actividades vinculado con el Carnaval se extendió también por los poblados del término municipal. Este es el caso de Llanos del Sotillo, Los Villares, San José de Escobar, Vegas de Triana y La Ropera, núcleos en los que el sábado se disfrutó de un concurso de disfraces. El viernes fue el turno de los más pequeños de la casa que fueron los protagonistas del pasacalles infantil. Así, lucieron sus mejores disfraces complementos para el momento. En cuanto a la seguridad, la fiesta ha transcurrido, un año más, sin incidentes reseñables en el conjunto del término andujareño. El buen ambiente y el civismo fueron la nota dominante todas las jornadas festivas.