La búsqueda incesante de Juan Pedro Expósito

Un centenar de personas sigue con el rastreo por la sierra para localizar al hombre desaparecido el viernes

01 mar 2016 / 09:20 H.

Continúa la búsqueda de Juan Pedro Expósito Ballesta, que ya llega a su quinta jornada. El varón, de 46 años, desapareció la tarde del viernes en las inmediaciones del embalse del Jándula, en la zona conocida como “La Lancha” y, concretamente, en el cerro denominado como “Las Cárceles”, junto al antiguo poblado de trabajadores del siglo pasado. En ese espacio fue, precisamente, donde se centraron las labores para localizar al iliturgitano. El domingo se intensificaron los rastreos y aumentó la dotación de agentes, mientras que ayer se incorporaron más miembros para colaborar con las tareas de búsqueda de la persona desaparecida.

Según informó la Benemérita, trabajan sobre el terreno un centenar de profesionales y voluntarios entre los efectivos de la Guardia Civil y diversas agrupaciones provinciales de Protección Civil, que no cesan en su empeño. Además, hay cuatro equipos cinológicos que trabajan con los perros olfateando cada rincón del abrupto terreno. Tampoco deja de trabajar el helicóptero del cuerpo del Instituto Armado y un gran destacamento de montaña llegado desde Granada y que tienen una gran experiencia salvamento de montaña en Sierra Nevada. Una labor que se complica por la dificultad que entraña la zona, ya que está compuesta por importantes desniveles rocosos y plagados de maleza. A esto se le suma el peligro por la humedad, lo cual refleja un gran trabajo de los agentes. En este rastreo también participan miembros del Infoca, agentes forestales, guardas de las fincas y voluntarios.

El alcalde, Francisco Huertas, dijo: “Al no haber resultados de la batida, se espera que hoy, martes, la Subdelegación acepte el ofrecimiento de incorporar medios de la Junta de Andalucía”. Asimismo, agradeció a los profesionales y voluntarios que “se dejan la piel” para buscar en cada palmo de un terreno “muy complicado”.

Juan Pedro Expósito marchó el viernes a recoger espárragos por la zona. Es un hombre experto en estas actividades. Eran las dos y media de la tarde del viernes cuando dejó el teléfono móvil en el coche y el perro y ascendió a la cima de la colina. Según indican algunos testigos, estaba con tres personas más, que no volvieron a verle más.