Flores a la Reina de Sierra Morena

Los devotos participan en masa en la tradicional ofrenda del Jueves de Romería

22 abr 2022 / 09:31 H.
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Andújar vivió ayer su primer día grande en el marco de la Romería de la Virgen de la Cabeza. Tres años de espera para una devoción mariana que no se explica sino desde la grandilocuencia son muchos, y eso era evidente ayer en las calles andujareñas. El tiempo primaveral, caprichoso e inestable este año como ningún otro, ofreció una breve tregua y no cayó ni una gota en todo el día —un panorama distinto al que se espera desde hoy—. Luz, color, alegría, lágrimas, magia, un estallido de emociones, abigarradas por momentos, que inundó un pueblo que, en masa, volvió a reunirse en Andújar con su Reina de Sierra Morena más allá del Cerro de la Cabeza.

Tras una mañana de proclamación y convite de banderas, con el eco de las chicuelinas aún en el recuerdo reciente, y de un mediodía de pleno ambiente festivo en torno a la Plaza de España, centro neurálgico de la celebración romera en el casco urbano andujareño, llegó uno de los momentos más esperados de la programación: la ofrenda de flores.

Pasadas las siete y media de la tarde, la Santísima Virgen de la Cabeza salió de su ermita a hombros de sus anderos para presidir el cromático acto. En la calle la recibió un entregado un pueblo andujareño. Ramos, trajes de flamenca, chaquetas de gala, tocados, lunares, medallas, Andújar en éxtasis, un sentimiento inescrutable para el profano.

No cabía ni un alfiler en la Plaza de España a la llegada de la Reina de Sierra Morena. El mero hecho de pretender hacerse hueco era ya un acto heroico. A la llegada de la procesión, se colocó la imagen de la Virgen en el centro del escenario para que presidiera la nutrida ofrenda de flores. Al cierre de esta edición, el discurrir de fieles que entregaban su obsequio a La Morenita aún no había cesado. Según estaba previsto, tras la ofrenda habría de tener lugar el traslado de la imagen de la Virgen hasta San Miguel Arcángel y su entronización en el altar mayor. Ahora el protagonismo de la festividad se traslada al cerro del Cabezo.

Andújar