Encuentro soñado con La Morenita, que fue abrazada por sus devotos
La misa en honor a la Virgen de la Cabeza se vive con plenitud y solemnidad
Multitudinaria demostración de fe para arropar a La Morenita en la Aparición agosto ha vuelto a ser lo que era en la sierra de Andújar. Miles de personas acompañaron a la Virgen de la Cabeza, patrona de Andújar y de la Diócesis de Jaén en el 795 aniversario de la Aparición al pastor de Colomera. Desde primera hora numerosos devotos de toda la provincia y otros lugares se acercaron para rendir honores a La Morenita. En torno a las ocho de la tarde llegó hasta la basílica menor la cofradía matriz de Andújar para mostrar sus respetos a la imagen. Encabezado por el presidente, Manuel Vázquez, y el hermano mayor, Antonio Barrios, el colectivo lanzó un sentido mensaje de ilusión tras dos difíciles años de pandemia.
Después, hasta prácticamente las diez y media de la noche, pasaron por el templo, en orden creciente de antigüedad, las decenas de hermandades filiales. Se concluyó con la de Colomera. Miembros de estos colectivos y otros fieles, como señal de promesa, cubrieron descalzos el trayecto entre el arco y el santuario.
La salida de la Virgen de la Cabeza fue intensa y espectacular. Rodeada de banderas y otros representantes cofrades tardó casi media hora entre el templo y el lugar habilitado para la misa de campaña, que esta vez fue puntual. La Guardia Civil tuvo que garantizar el orden y se vivieron momentos de peligro en el descenso por la aglomeración. La pasión de los anderos fue tal que el trono quedó inclinados varias veces.
La solemne eucaristía, concentrada por más de veinte sacerdotes, fue presidida por el obispo, Sebastián Chico, quien desde su llegada al cargo no ha ocultado su cercanía hacia La Morenita. La ceremonia religiosa fue amenizada por un coro de Málaga. En su homilía, el prelado tuvo palabras de cariño para la comunidad trinitaria, encabezada por Luis Miguel Alaminos. A su vez, Monseñor Chico recordó el ejemplo del pastor Juan de Rivas, al que se le apareció la Virgen en agosto de 1227. Hizo hincapié en la fe de los devotos, algunos llegados en mediación de otros.