Amor a la Virgen de Nazaret

Vecinos y visitantes disfrutan a lo grande de los actos y la romería de la patrona local

14 may 2018 / 09:08 H.

El sol brilló con todo su esplendor, sobre un azulado cielo, para recibir a la Virgen de Nazaret. La patrona del municipio de Chiclana de Segura protagonizó una jornada apoteósica en el día grande de su romería. Numerosos vecinos y visitantes acudieron a la ermita de La Carrasca, lugar que se convirtió en punto de encuentro de familiares y amigos. Y es que allí, en ese paraje ubicado a 3,5 kilómetros del casco urbano, se celebró la misa en honor de la Señora y la posterior convivencia para festejar y disfrutar.

Pero eso fue después de la romería y la procesión propiamente dicha. La jornada dominical se inició temprano, en concreto, a las ocho de la mañana, con la alegre diana que ofreció la Agrupación Musical Antonio Vivaldi, de Chiclana. Media hora después, empezó el solemne traslado de la Virgen de Nazaret desde el pueblo al santuario de La Carrasca. La patrona chiclanera recibió un multitudinario acompañamiento por parte de devotos, cofrades, autoridades y romeros en general.

El cortejo procesional se compuso de coloridas carrozas tiradas por tractores y vehículos todoterreno. También participó mucha gente a pie que no dudó en hacer el camino junto a la “Madre” tanto de los chiclaneros como de los cofrades madrileños, valencianos y barceloneses que forman parte de sus respectivas hermandades filiales de la Virgen de Nazaret. De hecho, esas corporaciones estuvieron representadas, con sus respectivas insignias, en la jornada grande de esta romería local.

Una vez que la imagen llegó a las inmediaciones de la ermita de La Carrasca, sus anderos la pasearon por las zonas aledañas al templo y la bailaron mientras las personas allí reunidas le cantaban los tradicionales “mayos”. A continuación, llegaría el momento de la recogida en el interior del santuario —lleno hasta la bandera— de tal manera que el trono quedó ubicado en el altar. Así, daría comienzo la solemne misa.

Parada para comer, hidratarse y recuperar fuerzas, pues aún quedaba por realizar el camino de vuelta. En torno a las ocho de la tarde, se formó de nuevo la comitiva y la Virgen de Nazaret fue llevada, en procesión, hasta el templo de San Pedro Apóstol, ubicado en el casco urbano de Chiclana de Segura. Numerosos vecinos se sumaron al traslado de regreso, que culminó con un masivo y caluroso recibimiento por parte de sus devotos. Los vítores, cantos y plegarias hacia la Virgen se sucedieron uno tras otro, pues se aproximaba el momento de la despedida hasta el año próximo. Y como parte de la tradición, tuvo lugar la popular subasta entre los vecinos de los estadales bendecidos que lucieron tanto la Señora de Nazaret como su querido Hijo.

De esta manera, se puso punto y final a la jornada grande de esta romería chiclanera. Pese a ello, la programación de actos religiosos continúa, el próximo día 27, con la ofrenda de las doncellas, en la cual las niñas del pueblo regalan flores a la patrona local. También se incluye, para el día 30, la misa de difuntos en memoria de todos aquellos cofrades que pertenecieron en vida a la Hermandad Matriz de la Señora de Nazaret. Cabe recordar que las citas conmemorativas se iniciaron la última semana de abril con una convivencia y, posteriormente, tuvo lugar el septenario de la Virgen.