El “Salvador Serrano”, todo un ejemplo de conciliación

Profesores y alumnos aceptaron a la pequeña Chloè en clase con normalidad

25 jun 2019 / 16:48 H.

El aumento de la edad de acceso a los estudios de ciclos formativos y universitarios provoca que cada vez sea mayor el número de estudiantes con responsabilidades familiares y, en consecuencia, con mayores obstáculos para poder conseguir sus títulos académicos. El colectivo de las madres es minoritario, pero ya comienza a alcanzar cifras significativas. En general son las mujeres las que más sufren la limitación que supone tener responsabilidades familiares mientras se estudia, pues son ellas las que en la mayoría de los casos se hacen cargo de los parientes que necesitan de algún cuidado.

La conciliación familiar por trabajo o estudios es aún una asignatura pendiente en la que el IES Salvador Serrano de Alcaudete ha dado ejemplo con la alumna María del Pilar Ceballos, que recuerda así su caso: “Este ciclo lo había empezado ya varias veces en años diferentes y siempre por exceso de trabajo lo había ido dejando. Cuando me quedé embarazada, en junio de 2016, dejé de trabajar para volver a estudiar, a pesar de haber hecho ya otro ciclo formativo de grado superior y tener Magisterio y Educación Física en la Universidad de Jaén, pero tenía muchísimas ganas de hacer administrativo desde siempre.” En ningún momento se plateó dejar de estudiar: “Como nació en marzo y hasta los cuatro meses no la cogían en la guardería, hablé con la directora y me dijo que si mis compañeros y mis profesores estaban de acuerdo en que yo estuviera con el bebé en clase, por ella no había ningún problema. Así fue que yo me la llevaba y le cambiaba los pañales y le daba el pecho allí; en fin, una más de la clase. Y pude sacarme mi curso gracias a que me dejaron hacerlo”. Y así fue que en la pasada graduación a la pequeña Chloè se le impuso su correspondiente beca en compañía de su madre y del resto de compañeros del ciclo formativo, como una alumna más. Pero ¿cómo se tomaron esta situación el resto de alumnos? María del Carmen Pérez ha sido compañera de clase de Pilar y Chloè: “Esta experiencia ha sido una pasada, porque vivimos con Pilar todo el embarazo y queríamos verla terminar el año lo mejor posible. Además Chloè se portaba muy bien, se pasaba el rato durmiendo y en los cambios de clase era un poco de todos nosotros. A ella le dijeron que teníamos que estar todos de acuerdo, y los profesores dijeron que sí, pero si la niña se portaba bien, pues si estaba todo el día llorando iba a ser muy complicado porque no íbamos a prestar atención, pero ella era muy buena”. Para que historias como la de Pilar y Chloè dejen de ser una excepción y se vean como la forma natural de conciliar estudios y maternidad es imprescindible la implicación de los centros educativos, tal como ha hecho el IES Salvador Serrano.