Acuerdo para evitar la ruina del convento de Jesús y María

Muchos son los recuerdos de niñez y juventud entre los vecinos y las cofradías de Alcaudete sobre la iglesia y el convento de Jesús y María cuando aún sus puertas estaban abiertas. Monjas de clausura que caminaban por sus pasillos, hermandades, como la de Virgen de las Nieves, que vio nacer su paso de mujeres en el templo. De esto hace ya décadas. Concretamente, en 1996 cesaron todas sus actividades. Ahora, lejos de sus años de esplendor, solo queda un inmueble ruinoso, en condiciones pésimas, cerrado y vallado a cal y canto, que copa la preocupación del Ayuntamiento, el cual ha tratado de buscar soluciones “de forma urgente” y brindar su apoyo al Obispado de Jaén, que “era” el propietario, para evitar su derrumbe definitivo. Ahora, el edificio está un paso más cerca de su remodelación y recuperación. Y es que el pleno de la Corporación Municipal aprobó por unanimidad, en la última sesión, el convenio para la cesión gratuita, por parte de la Diócesis de Jaén, del convento-monasterio de Jesús y María. “Se trata de un paso más para la futura recuperación del inmueble histórico. Un paso más para no perder más patrimonio y un paso más para conservar el que tenemos”, aseguró el alcalde Valeriano Martín.

Es un monumento emblemático con más de cuatro mil metros cuadrados y que cuenta con varios edificios que fueron escuelas parroquiales y dependencias de clausura. El edificio se destinará, una vez restaurado para la celebración de actos religiosos, culturales, sociales y municipales, siempre que sea respetuoso con los usos que ha tenido el edificio, informaron en el pleno. Con este objetivo, el alcalde, Valeriano Martín, ha mantenido numerosas reuniones con el Obispado para alertar del estado de abandono en que se encuentra la iglesia de Jesús y “remediar su pérdida”. “Nos hemos reunido en multitud de ocasiones. Le he mostrado nuestra máxima predisposición para poder recuperar el templo de enorme valor y patrimonio para el municipio. Les he trasladado nuestra enorme preocupación y absoluta disposición para colaborar en la medida que sea razonable y necesaria. Entre todos debemos evitar tan irreversible pérdida”, expresó Martín. En este sentido, el edil señaló que la capilla, construida en el siglo XVI, se encuentra “en muy malas condiciones”. “La parte del coro están hundida, deteriorada. La parte del altar mayor y la cúpula está muy destruida”, apostilló. Por ello, el alcalde alcaudetense trasladó al Obispado su apoyo y la búsqueda de soluciones. Ahora su puesta en valor está más cerca de ser una verdadera realidad.