Zascas a una “consellera” por la alcalainidad de Pep Ventura

Críticas en redes sociales por unas polémicas palabras de Mariàngela Vilallonga

07 feb 2020 / 16:37 H.
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La consejera de Cultura de la Generalidad, Mariàngela Vilallonga “se ha metido en un jardín”. La política gerundense habló de la sardana como “esencia de la raza catalana”. Fue el pasado mes de septiembre en Barcelona. Ciudadanos preguntó a la mandataria de JxCat en el Parlamento autonómico y la respuesta de esta, no precisamente orgullosa de sus palabras fue que se trataba de un “lapsus linguae”. Sin embargo, la catedrática de Filología Latina dejó escrito en un libro de 1986 una afirmación casi idéntica en referencia al popular baile.

A raíz de las polémicas ideas de la responsable pública de pensamiento independentista y su excusa en el Parlamento de Cataluña, se ha desatado una auténtica cascada de críticas hacia ella en las redes sociales. Una de las constantes para rebatir su discurso “supremacista” radica en la alcalainidad de Pep Ventura, el perfeccionador y modernizador de la sardana. El asunto “hierve” a través de comentarios que recuerda que el músico nació en Alcalá la Real.

En efecto, Pep Ventura vino al mundo en la ciudad de la Mota el 2 de febrero de 1817 —es decir, hace 203 años y unos días— porque su padre, Benito Ventura, se encontraba destacado en la zona dentro de las operaciones de lucha contra el bandolerismo. El progenitor era militar de profesión y acudió acompañado de su esposa, Antonia Casas. El niño fue bautizado al día siguiente de su alumbramiento. La pila bautismal procedente del hoy ruinoso inmueble de Santo Domingo de Silos, fue el lugar en la que también se administró el sacramento a otros ilustres como el imaginero Juan Martínez Montañés, se encuentra hoy en la iglesia de las Angustias. También se encuentra la partida que acredita el bautismo de la criatura. Este asiento detalla que los abuelos eran oriundos de municipios de Gerona y Barcelona.

Como curiosidad, el niño recibió el nombre de José María de la Purificación. Hicieron de padrinos José Hilario Naveyra Lodeiro, teniente graduado natural de Betanzos (La Coruña) y María Are, natural de Tarrasa (Barcelona) y vecina de Alcalá. Benito Ventura, quien servía como sargento segundo dentro del Batallón Primero de Cataluña trabajaba en la lucha contra los bandidos, una de las secuelas de la Guerra de la Independencia. Sin embargo, todo apunta a que la presencia en Alcalá de la familia Ventura Casas fue relativamente efímera, pues en 1819 el progenitor aparece destinado en la Compañía Fija de Rosas, en la provincia gerundense. Precisamente en la condición de hijo —también nieto, pues su abuelo paterno fue sargento primero— de un soldado del Ejército español. El músico quedó huérfano pronto, por lo que fue criado por sus abuelos en Figueras. Allí vivió hasta su muerte en 1875 y tuvo una fructífera carrera en la que sobresale su vínculo con la sardana y con la Renaixença. Actualmente Pep Ventura da nombre a la banda municipal de Alcalá, municipio que está hermanado desde 1987 con Figueras. Gracias a esos vínculos en ocasiones señaladas la sardana se baila ante el monumento conmemorativo del Paseo de los Álamos.

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