Una revisión de la figura de Carlos V como globalizador

En Viena tienen muchísima envidia, porque no estoy muerto”. Así bromeo el catedrático de Historia Moderna y profesor de la Universidad de la capital austriaca, Friedrich Edelmayer. El vienés, que recibirá un homenaje, es, junto con el emperador Carlos I de España y V de Alemania el protagonista de “Carolus”, el encuentro de investigadores que reunirá mañana y pasado a medio centenar de expertos en el todopoderoso rey. Edelmayer invitó a “repensar” la figura del monarca, al que consideró uno de los precursores de la moderna globalización. De no ser por el intercambio entre las “españas que gobernaba”, el aceite de Jaén, explicó, no habría podido llegar a América; ni los mediterráneos limones haberse plantado en el Nuevo Mundo. Tampoco hubiera sido posible ver un girasol en Castilla, aclaró.

¿Por qué Alcalá la Real para acoger este foro? Porque es una tierra de congresos, algo que es posible gracias a la implicación del Ayuntamiento e historiadores locales y al respaldo de la Diputación Provincial de Jaén, entre otras instituciones. Eso fue lo que explicaron el alcalde, el socialista Carlos Hinojosa; su compañero en el equipo de Gobierno de la Ciudad de La Mota y responsable de Cultura de la Diputación, Juan Ángel Pérez, y el director del congreso y profesor de Historia Medieval de la Universidad de Granada, José Rodríguez Molina. Todos coincidieron en el hecho de que Alcalá la Real acoja este foro no es casual, sino que se trata de una labor sostenida desde hace más de veinte años.

Edelmayer ahondó en las relaciones entre la casa de los Austria, de la que provenía Carlos V, y el municipio anfitrión. Entre los curiosos vínculos que aportó, está la presencia de un nieto ilegítimo del abuelo del emperador, Maximiliano de Austria, que terminó de abad en Alcalá la Real, para, posteriormente, llegar a ser obispo de Santiago de Compostela. Son detalles que apuntan a la importancia de esta “tierra de frontera” en la época que estudiarán en el congreso. Un foro que se adelanta a los actos previstos para el año próximo, cuando se conmemora el quinientos aniversario de la llegada de Carlos V a España. Desde entonces, el rey tuvo la ocasión de conocer, además de Alcalá la Real, Baeza, Alcaudete, Vilches, Jaén y Úbeda, todas ciudades clave en su época.