Ortodoxos rumanos forman una parroquia para sus cultos

El padre Gheorghe Cristian Cucul celebra ceremonias religiosas en San Antón

18 abr 2016 / 12:38 H.

Los rumanos constituyen la principal comunidad extranjera en Alcalá la Real, con varios cientos de miembros. Una parte de estas personas no es practicante, pero el resto sigue a la iglesia ortodoxa. El padre Gheorghe Cristian Cucul, destinado, hasta hace poco, en el municipio de Manzanares (Ciudad Real), llega a la provincia de Jaén con el fin de constituir parroquias de esta confesión.

Los focos de atención se encuentran en los municipios de Linares y Alcalá, donde el sacerdote oficia ceremonias religiosas fines de semanas alternos. Concretamente, los sábados, a partir de las siete, se celebra el misterio de la santa unción —”taina sfantului maslu”— y los domingos, en torno a las nueve y media, comienzan los cultos con himnos en honor del Señor Jesucristo, y la liturgia. El templo que acoge a la comunidad en Alcalá es San Antón.

La misa de resurrección será en la iglesia de Santa Bárbara de Linares el día 30 por la noche. A partir de entonces los planes son que los cultos vuelvan, un fin de semana sí y otro no, a la Sierra Sur. El proyecto cuenta con la bendición de Timoteo, obispo ortodoxo de España y Portugal, con sede en Madrid. “Queremos dar las gracias a la iglesia católica, a la Diócesis de Jaén y al padre Manuel Luis Anguita, de Alcalá, por la ayuda ofrecida”, explica Gheorghe Cristian Cucu. La intención es que, con el paso del tiempo, más familias se incorporen a las ceremonias. De hecho destaca que, en el caso linarense, el número de fieles se ha multiplicado en cuestión de días.

Las iglesias católica y ortodoxa permanecieron unidas hasta el año 1054, cuando se produjo el Cisma de Oriente. La liturgia presenta numerosas similitudes, aunque se aprecian diferencias puntuales, por ejemplo en las fechas y las costumbres de la celebración de la Navidad o la Semana Santa. Otra disimilitud es la circunstancia de que los sacerdotes ortodoxos no están obligados al celibato. Por ejemplo, el padre Gheorghe Cristian Cucu está casado y tiene hijos. La de ayer fue la segunda misa ortodoxa en San Antón. Hasta ahora los creyentes rumanos tenían que desplazarse hasta Motril (Granada) o asistir a los oficios con los feligreses católicos.