Mercadona se transforma

Reapertura tras una reforma que pretende satisfacer al máximo a cada cliente

17 jun 2019 / 11:26 H.

Las instalaciones de Mercadona, estratégicamente situadas en la Avenida de Iberoamérica, reabrió sus puertas el martes. Después de cumplir con exactitud los plazos de ejecución de las obras de reforma, el resultado supone un salto cualitativo, un espacio adaptado a las necesidades actuales de la sociedad alcalaína y con una presencia, aún mayor, de las nuevas tecnologías en el establecimiento.

Los trabajos, con una inversión cuyo coste ronda los 2,5 millones, fue posible gracias al esfuerzo de 162 empleados y la cooperación de diecisiete proveedores. Tras la reapertura, Mercadona ofrece en Alcalá la Real una sala de ventas con una superficie de 1.555 metros cuadrados y un aparcamiento con 94 plazas, 72 subterráneas y el resto, situadas en el exterior.

La remodelación tiene un objetivo fundamental satisfacer al “jefe”, el nombre con el que Mercadona se refiere a cada cliente, con una mejora sustancial del servicio y un aumento del surtido. Dentro de esta línea, se refuerza la excelencia y se optimiza el acto de compra. Por ejemplo, se incorpora una sección de horno, con una rebanadora de pan y pastelería refrigerada, entre otras novedades. Igualmente, se crea una sección de charcutería con jamón al corte, con la posibilidad de que el cliente se lo lleve envasado al vacío. La apuesta es tal que, en este caso, un experto ha formado al personal para que el servicio sea profesional al máximo. Entre los avances derivados de la reciente modernización, hay una góndola central para cosmética especializada en la perfumería. Además, se incorpora el sushi al surtido y el peso del producto de las secciones se realiza en las cajas. Genera gran interés la máquina de zumo de naranja recién exprimido, con un nuevo formato de 250 mililitros, muy demandado por las familias, que aumenta la gama de envases.

La joya de la corona es la sección Listo para Comer. El de Alcalá es el primer centro de la provincia donde Mercadona lo implanta. Cuenta con 37 platos, con posibilidad de personalizar algunos de ellos y especialidades andaluzas, como fideuá y paella mixta. En un guiño al medio ambiente, los envases son compostables, pues están hechos de caña de azúcar, cartón o papel. Otra de las novedades importantes radica en los flamantes carros cesta, más altos y cómodos y sin necesidad de utilizar monedas.

El segundo eje en el que redunda positivamente la transformación es el de la mejora para los trabajadores, con cajas ergonómicas, que eliminan sobreesfuerzos —en base a la investigación del Instituto de Biodinámica de Valencia—, dependencias y zonas comunes más cómodas para la plantilla, nuevos carros de hielo en Pescadería y dispositivos electrónicos para compartir información desde cualquier sección.

Por otra parte, la inversión permite optimizar el consumo energético, con un impacto directo en el medio ambiente y en la sostenibilidad. Así, el consumo eléctrico es 40% menor que en una tienda convencional, se apuesta por la luz natural y los espacios diáfanos, se incluyen focos led y un doble acristalamiento —con aislamiento térmico y acústico a la última— y se controla el cierre de congeladores y neveras con el resultado de un ahorro energético.

En paralelo, Mercadona, que en Alcalá la Real cuenta con una plantilla que supera las cincuenta personas, se está transformando en la evolución de su modelo de proveedor para gestionar su surtido producto a producto en lugar de por categorías, con el fin de garantizar máxima calidad a sus clientes. De este modo, ha pasado de contar con 120 interproveedores, a trabajar con unos 1.400 proveedores especialistas. La reapertura, muy esperada en la ciudad y su área de influencia, ha sido recibida con los brazos abiertos.