Más de un año fuera de sus pisos por un incendio

Algunos de los residentes en las comunidades afectadas por el fuego del bazar chino todavía no han vuelto

01 mar 2019 / 18:00 H.

Un sobresalto con consecuencias. Hace un año, la noche del 28 de febrero de 2018, un incendio de grandes dimensiones se declaró en un local chino de la Avenida de Andalucía. Aunque la virulencia del fuego y la humareda pudieron causar una tragedia, al final todo quedó en un enorme susto, eso sí, con cuantiosos daños materiales. El suceso, que tuvo en jaque durante horas a los Bomberos y puso a prueba su capacidad ante situaciones de tal envergadura, supuso que todos los habitantes de las dos comunidades que componen el bloque quedaron, literalmente, en la calle.

Doce meses después, buena parte de las familias ha regresado a sus hogares —lo ha hecho en las últimas semanas—. Sin embargo, una parte todavía no ha podido hacerlo. Se trata de los propietarios de los primeros, los pisos más afectados por el incendio. De acuerdo con las fuentes, el esperado regreso será una realidad en poco tiempo. Al final, a pesar del empeño puesto en las obras los plazos han excedido las previsiones que se manejaban durante las reunión mantenida por los damnificados en verano.

El principal escollo, más allá de cuestiones burocráticas eran los severos daños sufridos por el bajo y las viviendas situadas justo encima, que quedaron “reventadas”. La parte positiva es que finalmente el asunto no ha desembocado en los tribunales, pues los diferentes seguros han bastado para sufragar las obras y las pérdidas. Sin embargo, las familias afectadas lo han pasado mal. Aparte de tener que salir prácticamente con lo puesto y de la impresión de un fuego de tal tamaño, se vieron obligados a iniciar una nueva vida. En algunos casos, quienes tenían una segunda residencia se mudaron allí, aunque en otros ha sido necesario recurrir al alquiler.

planes. Uno de los focos de preocupación del vecindario era el posible regreso a la misma ubicación del establecimiento oriental, en el que se acumulaban miles de productos, algunos inflamables. Ahora la tranquilidad es mayor, ya que, como confirman los vecinos, hasta el lugar se trasladará una entidad bancaria, en concreto La Caixa. La estratégica ubicación del lugar, en una amplia avenida que supone la actual arteria comercial de Alcalá, hacen el lugar muy atractivo. El acondicionamiento del bajo está muy avanzado después de meses de intenso trabajo para reparar los daños.