Más de 28.000 personas asistieron al festival Etnosur

La habitual evaluación municipal de Etnosur tuvo que esperar este año unos días, algo que el concejal de Cultura, Juan Manuel Marchal, justificó en el hecho de que se había hecho un sondeo para tener datos de empresarios y otros sectores implicados. El edil popular compareció con el director del festival, Juan Ramón Canovaca. Esto destacó que los “datos reales” hablan de 28.200 asistentes entre los cuatro días, entre el jueves 14 y el domingo 17. Hizo un desglose por cada jornada y por cada espacio concreto. Subrayó que el recinto ferial estuvo lleno durante más tiempo que en otras ediciones, lo que supuso una disminución del botellón. Además, destacó que se dio trabajo a unos sesenta empleados en las barras, más de 35 de la empresa Merlín del Sur, veintiséis de seguridad y doce del equipo de producción. Canovaca también dijo que el 66% del público fue femenino.

En cuanto el presupuesto, los cálculos lo sitúan en alrededor de 360.000 euros. Sin embargo, Juan Ramón Canovaca resaltó que, ante el aumento de los ingresos externos de instituciones y empresas, según sus estimaciones provisionales el Ayuntamiento sobre tendría que costear la mitad.

Marchal. Sondeo resaltó que en 2022 solo hubo cuatro meses para organizar el festival y uno y medio para la comunicación. Como mejoras, mencionó la presencia del Etnochill en el centro del Paseo de los Álamos, la descongestión del tráfico y la mejora de la convivencia y la limpieza. Según su información, la edad media del público subió para quedar a partir de veinticinco o treinta años, lo que supuso, junto con la ola de calor, que la afluencia a la acampada bajara hasta mil personas se compensara con las caravanas y las autocaravanas, hasta dejar el total en niveles similares a otros años. Como cuestiones pendientes de mejorar, el concejal citó la necesidad de más sombras y actividades infantiles y familiares. La idea es que el circo y la ludoteca Atrapasueños regresen al recinto del colegio Alonso de Alcalá. Juan Manuel Marchal reconoció que había habido menos puestos en el Piripiripao —zona de comidas— y en zoco. El Pipiripao y Zoco. Para reducir las molestias a los vecinos, el próximo años, después de los conciertos de reducirán los decibelios de la Etnoteca.

Durante el festival hubo algunos fotos de acampada incontrolada, como los que se dieron en el parque de la Cuesta del Cambrón, con hamacas y tiendas.