“Las crisis son una oportunidad”

Eva Pérez Anguita, natural de Santa Ana, es un ejemplo de persona hecha a sí misma que se enfrenta a las dificultades y se reinventa, en este caso como exitosa inversora en bolsa

18 abr 2021 / 15:53 H.
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—¿Cuándo se dio cuenta usted de que era una emprendedora?

—Empecé muy joven, cuando tenía catorce o quince años. Una vez una mujer me vendió un pintalabios y eso me abrió la puerta para comercializar productos de Avon. Fue una especie de entrenamiento para ganarme la vida por mi cuenta. Me llamaron porque yo había vendido mucho. Ahí vi que apuntaba manera.

—¿De qué manera se convirtió en empresaria como tal?

—Me puse a trabajar y a estudiar Turismo. Estaba en una empresa de telecomunicaciones y en una fábrica de bandejas. Lo que realmente me apasionaba era tener mi propio negocio. Ganaba dinero, pero no me sentía realizada. Así que decidí jugármela, a pesar de tener un empleo fijo, con veintipocos años.

—¿Cuál fue su primer negocio?

—Hace alrededor de diecisiete años monté Viajes Sursol. Empezamos con una pequeña sucursal y después abrimos otra, en la actual ubicación frente a la estación de autobuses. La experiencia ha resultado muy interesante que la gente del pueblo vea que hay personas válidas y no solo postureo. La trayectoria no ha sido fácil, pues no me ha ayudado nadie. Me considero una mujer valiente.

—También tiene una tienda.

—Sí, se llama Maryan’s y está en la calle Miguel Hernández. Esa idea se me ocurrió hace ocho años. Notaba que la gente se interesaba por lo que me ponía y vi que podía servir para abrir una tienda de ropa.

—¿En qué situación se encuentra el hotel que dirige?

—Palacio de la Veracruz, el primer hotel boutique de Alcalá la Real abrió en septiembre, cuando la situación de la pandemia empezaba a la relajarse. Para las circunstancias que tenemos, va bastante bien, con una ocupación por encima del 50%.

“Las crisis son una oportunidad”

—¿Cómo decidió reconvertirse en inversora bursátil?

—Fue en abril de 2020, cuando noté que mis negocios podían estar en peligro. Tuve que buscarme otra vía de negocio. Yo invertía desde joven en los mercados, pero de una forma esporádica. Las crisis son un momento de oportunidad. En mi caso, me permitió complementar y salvar mis otros negocios.

—¿De qué manera ha conseguido el éxito en esta faceta?

—Empecé a estudiar mercados emergentes y a mover el dinero. De tres y media de la tarde a diez de la noche analizó los mercados americanos y veo oportunidades en sectores. Todo lo hago con mi ordenador. Con dieciocho años hice un curso de Bolsa y siempre me ha gustado ese tema. En los últimos meses he adquirido una cultura financiera. Comprobé que invertir podía ser una gran fuente de negocios. La verdad es que me va muy bien. Incluso he entrado en grupos de Telegram y paso noches enteras investigando.

—¿Cuál será la evolución?

—Nadie sabe lo que va a pasar con las bolsas. Se habla de que ahora hay una burbuja, pero quien no se arriesga no triunfa. Cuando viene una crisis hay una oportunidad. Ya se nota cómo los mercando remontan y están subiendo. Por eso es bueno entrar en un momento de crisis. Es una oportunidad única si sabes mover el dinero. Cualquier persona puede entrar, pero hay que moverse con cuidado.

—¿Su familia la apoya?

—Tanto mis padres, como mi marido, José Francisco Moyano, confían plenamente en mí. Me ven salir airosa de situaciones. La palabra sería que, literalmente, están alucinando.

—Además es influencer.

—Sí, en Instagram, aunque ahora no lo estoy rentabilizando. Solo a modo de hobbie.

—¿A qué conclusión llega?

—Pretendo que la gente sepa que no me ha venido nada del cielo. No sé si puedo servir a alguien de inspiración. La idea es que en momentos difíciles se puede conseguir el éxito si se buscan las oportunidades.

Alcalá