José Alameda comienza una nueva etapa tras su jubilación

El presidente de “Alexal” seguirá con el proyecto mientras le queden fuerzas

27 ene 2018 / 11:44 H.

Mientras tenga fuerzas no vamos a cerrar aquello, aunque tenga que estar hasta los noventa años”. Así habla, a los 63, el incombustible José Alameda, presidente de la Asociación Alcalaín@s Ex-Alcohólic@s (Alexal) la misma semana que se ha jubilado, después de una década y media en una farmacia y casi tres décadas de autónomo —repartidor de notificaciones municipales—.

Anuncia que a partir de ahora hará algunos viajes y paseará, aparte de disfrutar con tranquilidad de los desayunos, cosas que hasta ahora no podía hacer como quisiera. Sin embargo, Alameda deja claro no se desvinculará de “Alexal”, colectivo que dirige desde que lo fundó hace veintiséis años. Y eso que en febrero se renovará la directiva. “Me temo, que, como siempre, no se presentará nadie, aunque me gustaría que hubiera otro presidente, al que esto y dispuesto a ayudar. La gente me dice: ‘Como te vayas esto se va al garete”, detalla el responsable.

Por ello, sus perspectivas son seguir al frente del proyecto, dotado también de un médico y una psicóloga, que reúne a alcohólicos, para las terapias, en la Casa de la Juventud los jueves, de siete de la tarde a nueve y media de la noche. Alameda explica que llegan personas de Alcalá y sus aldeas, Frailes, Castillo, Martos o Noalejo y de fuera de la provincia —Íllora y Puerto Lope (Granada); Málaga y Priego y Córdoba capital—.

Destaca que, desde 1992, más de 750 afectados por el alcoholismo han pasado por la asociación, cuya tasa de éxito ronda el 85%. José Alameda remarca que el perfil del usuario ha cambiado, pues al principio, solía ser un mayor de cincuenta años que consumía bebidas fermentadas —vino y cerveza— y ahora hay más jóvenes y mujeres, con predominio de las bebidas destiladas —licores— y, a veces, politoxicómanos —alcoholismo combinado con ludopatía, cocaína y otras drogas—. “Es peor pensarlo que pasarlo”, afirma en referencia a la superación. Para lograrla, a su juicio, son fundamentales, la fuerza de voluntad, el apoyo de la familia —valora el apoyo de su mujer, Rosi Contreras—, el ejemplo de los demás asistentes a las terapias y el cambio de hábitos. El dirigente —que superó el alcoholismo en los años 80 gracias al colectivo granadino Grexales— subraya el coste social y el impacto familiar del problema. “Vivir con una persona alcohólica es un infierno”, resume.