Esperando a la Embajada: Relato de dos alcalaínos atrapados seis días en Perú

Ana Belén Molina e Iván Marín aseguran que ni les auxilió ni recibieron información para poder salir del país en medio de los disturbios

29 dic 2022 / 07:30 H.
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El matrimonio formado por la alcalaína Ana Belén Molina y el granadino Iván Marín, residente en la Ciudad de La Mota, vio, con impotencia, cómo la primera parte de su viaje de novios se iba al traste. Y es que, durante prácticamente seis días, estuvieron atrapados por los disturbios sociales que han asolado Perú este mes desencadenados por la crisis política. Ya de vuelta en España, la pareja relata la inesperada experiencia. Molina indica que se encontraban en Cuzco, una población del interior con numerosos monumentos de la época colonial cuando los sorprendieron las revueltas. Concretamente, relata como, de repente, los envolvió una manifestación en la que los participantes, aparte de gritar, lanzaban piedras. Por suerte, los cónyuges salieron ilesos después de escapar a la carrera. Decidieron regresar al hotel donde pasaron los peores días, prácticamente sin salir.

La alcalaína se muestra especialmente crítica con la Embajada de España en Perú, pues, asegura, no auxilió ni informó a quienes se encontraban en el país andino y querían marcharse. En este sentido, relata que desde la legación se organizó un grupo de WhatsApp, aunque no sirvió para nada, a diferencia de otro creado por los propios españoles afectados. “Cada uno tuvo que buscarse la vida”, lamenta. Al respecto, señala que su situación en concreto era muy buena en comparación con la de otros nacionales que se hallaban atrapados en Machu Picchu y, literalmente, tuvieron que jugarse la vida para huir de ese “infierno”. Finalmente, cuando la tensión política empezó a suavizarse en Perú, lograron gestionar el desplazamiento desde Cuzco hasta Lima, la capital. Desde allí tomaron un vuelo con destino a Nueva York, donde pasaron la segunda parte de la luna de miel. Los dos turistas relatan la angustias vivida, ya que, como sucedía con el resto de compatriotas, las familias afrontaban con incertidumbre una situación tan preocupante. Por suerte, no ha habido que lamentar daños personales entre los españoles que se encontraban esos días en Perú, por lo que lo acontecido queda como una experiencia desagradable que se desencadenó después de varios días de insistentes rumores sobre un posible estallido social.

En el origen de los disturbios se encuentra la detención del presidente, Pedro Castillo, quien protagonizó un “autogolpe” de Estado hace unas semanas. El ya exmandatario cuenta con apoyo entre una parte considerable de la nación sudamericana, lo que desencadenó fuertes fricciones entre los partidarios de Castillo y las Fuerzas de Seguridad. Como consecuencia de los altercados se han producido al menos veintisiete víctimas mortales más varios centenares de heridos. Actualmente, el conflicto está más apaciguado, aunque persiste la tensión en algunas zonas del país andino.

Alcalá